Es el segundo en el mundo dedicado a la exitosa agrupación de rock británica.
TEXTO Y FOTOS: ALEXANDRA BARRETO
Rodolfo Vázquez es el creador de la colección más grande de los músicos ingleses. Es el mayor coleccionista argentino de los objetos alusivos a la agrupación de rock inglesa de la década de 1960, conformada por John Lennon, Paul Mc Cartney, George Harrison y Ringo Starr.
A los 10 años empezó su pasión, se enamoró de Los Beatles cuando le regalaron el álbum Rubber Soul y escuchó la canción In My Life.
Empezó a juntar cosas y con la muerte de John Lennon se convirtió en coleccionista. A partir de ahí, realizó varias exposiciones en Buenos Aires.
“Al principio no tenía tanta plata para comprar, pero siempre me obsequiaban cosas, material de gente que viajaba. Acá encontraba figuritas, revistas, discos. A los 13 años empecé a trabajar y todo mi sueldo iba para allá”, confiesa nostálgico.
Con mucho orgullo expresa que hay dos museos en el mundo: el que está en Liverpool y el de Buenos Aires que se inauguró en el 2010 y fue declarado de interés turístico y cultural.
Al recinto con aroma beatle acuden alumnos de escuelas primarias y secundarias donde aprenden la historia de la banda, cantan, dibujan, juegan y preparan trabajos especiales sobre el mítico grupo de rock.
Situado en el Paseo la Plaza de la Ciudad de Buenos Aires, se pueden apreciar los inicios de cuando se formó el cuarteto hasta que se separaron. También hay material de las etapas solistas de los integrantes. Hay pantallas en las que se puede ver la historia, películas y reportajes más emblemáticos.
Para el 2001, Vázquez obtuvo un récord mundial Güines por la colección más grande de recuerdos de los Beatles. En ese entonces, él tenía 5.612 objetos en el ático de su casa. La colección incluye más de 10.00 objetos.
Además de los recuerdos exhibidos, el complejo donde el museo se ubica también incluye un restaurante temático y una réplica del bar de Liverpool donde la legendaria banda comenzó su carrera.
Hay piezas capaces de impresionar, los autógrafos de puño y letra de cualquiera de los Beatles, un pedazo del escenario del Star Club de Hamburgo, Alemania, donde la banda tocó antes de alcanzar la fama mundial; una baldosa del antiguo orfanato Strawberry Fields, que sirvió de inspiración para una de las canciones legendarias del conjunto, y hasta un ladrillo del pub The Cavern.
“Lo que más costó conseguir es la baldosa de Strawberry Fields; y el más caro, no lo sé, hay colecciones de figuritas que cuestan mucho dinero, algunos discos también, autógrafos, cheques firmados por Harrison o Ringo, partida de nacimiento, autógrafos, cartas, tickets, porcelanas, libros, cajas de música, juegos, juguetes”.
Vázquez confiesa que de los cuatro músicos su pasión es por Paul Mc Cartney.
Una de las piezas más importantes es el autógrafo de John Lennon, y admite que tiene un componente espiritual.
El museo fue visitado por Ringo Starr, Julia Lennon (hermana de John), Louise Harrison (hermana de George), y reconocidos músicos como Calle 13 y Backstreet Boys. Además, lo conocieron Allan Williams, el primer mánager de la banda, y Tony Sheridan, que grabó algunas canciones con los Beatles.
Entre las anécdotas que Vázquez cuenta con emoción, se refiere cuando en una de las presentaciones de Ringo Starr en el Luna Park lo invitó a que fuese al recital y le agradeció por lo del museo. “Fue tan emotivo que después me puse a llorar. En el caso de Paul, cuando se presentó en Buenos Aires no pude conocerlo, sólo estuve en la prueba de sonido y en el recital, compré entrada en primera fila”, recalca orgulloso.
Al preguntarle si la ex pareja de John Lennon, Yoko Ono, está al tanto del museo, respondió que sí pero que no lo ha visitado. Rodolfo manifiesta que es un agradecido de la vida. “Mi trabajo es ser y será ser coleccionista”. Continuará buscando más piezas pero admite que esta vez no para su gusto personal, sino para complacer al público concurrente.