Amanda Flayer, originaria de California, Estados Unidos, llegó a Guatemala en 2003 con el Cuerpo de Paz, inicialmente para trabajar en dos escuelas públicas rurales enfocándose en educación no formal y medio ambiente.
Sin embargo, su experiencia la llevó a fundar una escuela, con un enfoque educativo innovador.
“No era mi plan, pero después de pasar dos años en las escuelas públicas, sentí la necesidad de abrir una escuela diferente, con ideas innovadoras y muchos recursos socioemocionales para los estudiantes”, explicó Amanda a Diversidad.
La escuela, conocida como “La Puerta Abierta”, se distingue por su método de enseñanza que promueve la libertad de aprendizaje y la educación emocional. Amanda destacó que “es un currículo creativo que abarca el pensamiento crítico, donde los niños tienen opciones y pueden elegir cómo quieren aprender”.
Los educadores de La Puerta Abierta han incorporado diversas filosofías educativas, como Montessori, Waldorf y Reggio Emilia, adaptándolas al contexto cultural y comunitario. “Intentamos tener una educación muy intencional que ofrezca oportunidades para que los niños aprendan como en la vida real”, añadió Amanda.
El enfoque de la escuela también incluye la práctica de hábitos de empatía. “Empezamos cada semana con una reunión para todo el equipo, donde hablamos de noticias, sentimientos y temas del mes, cómo saludar o cómo tratar a los animales en nuestra comunidad”, comentó Amanda, subrayando la importancia de la comunicación empática en el proceso educativo.
Diversidad cultural
Fuente: Diversidad
