Según un estudio apoyado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos podrían ayudar a retrasar el deterioro cognitivo.
Se sabe que las mascotas aportan a la vida de sus propietarios más que amor y compañía. Diversos estudios han reportado beneficios para la salud derivados de esa relación, entre los que se incluye uno reciente que observó que tener un perro o un gato puede tener efectos protectores para el cerebro de los adultos mayores.
“Estudios anteriores sugirieron que el vínculo humano-animal puede tener efectos positivos para la salud, como disminuir la presión arterial y el estrés“, afirmó la autora de la investigación Tiffany Braley, del Centro Médico de la Universidad de Michigan en Ann Arbor y miembro de la Academia Americana de Neurología (AAN). “Nuestros resultados sugieren que tener una mascota también puede proteger contra el deterioro cognitivo“, destacó.
Entre caricias y números
El estudio analizó los datos cognitivos de casi 1.400 adultos mayores con una edad promedio de 65 años que tenían habilidades cognitivas normales al inicio de la investigación. Poco más de la mitad tenían mascotas (53%) y el 32% eran dueños a largo plazo, es decir, que habían tenido mascotas durante 5 años o más.
Los investigadores usaron datos del Estudio de Salud y Jubilación, un gran estudio de beneficiarios de Medicare, el programa de cobertura de seguridad social administrado por el gobierno de Estados Unidos, que provee atención médica a todas las personas mayores de 65 años o más jóvenes consideradas discapacitadas.
Los participantes fueron sometidos a múltiples pruebas cognitivas. Los investigadores utilizaron esos test para desarrollar una puntuación compuesta para cada persona, que va de 0 a 27.
La puntuación compuesta incluía pruebas comunes de resta, conteo numérico y recuerdo de palabras. Luego, los autores del trabajo utilizaron las puntuaciones cognitivas de los participantes y estimaron las asociaciones entre los años de propiedad de una mascota y la función cognitiva. ¿Qué observaron? Que las puntuaciones cognitivas disminuyeron a un ritmo más lento en los dueños de mascotas a largo plazo.
Teniendo en cuenta otros factores que se sabe que afectan la función cognitiva, el estudio mostró que los dueños de mascotas a largo plazo, en promedio, tenían un puntaje cognitivo que era 1.2 puntos más alto a los seis años en comparación con los que no tenían mascotas.
Los investigadores también encontraron que los beneficios cognitivos asociados con tener una mascota por más tiempo eran más fuertes entre los adultos negros, los que tenían educación universitaria y los hombres. Según Braley, se necesita más investigación para explorar más a fondo las posibles razones de estas asociaciones.