Según ella, la clave está en el buen dormir. Además, se alimenta a base de pescado y arroz y bebe agua en abundancia.
Kane Tanaka, una mujer japonesa, cumplió 119 años el 2 de enero. Su nuevo aniversario de vida no solo la convirtió en la abuela más longeva del mundo sino que le abrió el paso al libro Récord de los Guinness. La señora nació en 1903 y con su edad dejó sorprendidos a los usuarios en las redes sociales. Es que además de ser muy mayor, goza de un excelente estado de salud como para vivir varios años más.
Desde hace un tiempo, una residencia para adultos mayores se convirtió en su hogar. En el lugar dedica su tiempo libre a pasear entre las instalaciones que ya conoce de memoria. La caligrafía y el cálculo son dos de sus actividades favoritas. Según los enfermeros, Tanaka se alimenta de forma saludable. La señora solo come pescado, sopa, arroz y bebe grandes cantidades de agua.
Los médicos coinciden en que justamente su dieta balanceada es lo que le permite gozar de una excelente salud. Si bien la japonesa se tienta de vez en cuando con algún que otro dulce, lo cierto es que siempre se está cuidando de no cometer excesos. También cada tanto bebe café para mantenerse activa. Ella señala que el secreto de su longevidad está en el buen dormir. Kane cumple a raja tabla con las 8 horas diarias de descanso y a veces un poco más.
Una sobreviviente todo terreno
La abuela es una verdadera sobreviviente. Es que logró salir invicta de todas las epidemias que le tocó atravesar a lo largo de su extensa vida. La primera fue la gripe española que ocurrió entre 1918 y 1920, la segunda la del SARS en el año 2014. Y ahora la del coronavirus. Hasta el momento no se ha contagiado con ninguna de ellas. Además, le tocó pasar por los devastadores efectos de la bomba atómica de Nagasaki.
Cuando cumplió los 103 años le dio batalla a un tumor. Contra todo pronóstico, Kane Tanaka logró recuperarse favorablemente para sorpresa de quienes la atendieron. Su historia es reconocida en varios países del mundo. Por ello desde la organización de los Juegos Olímpicos de Tokio en el 2020 no dudaron en invitarla a participar de los relevos de la antorcha Olímpica. Sin embargo, la abuela decidió cuidarse ante el avance del Covid-19 y prefirió no asistir para cuidar su salud.
