Se ubicó al lado de su compañera y demostró que es tan elástico y hábil como la mujer si de elongación y flexibilidad hablamos.
Dicen que las mascotas se parecen mucho a sus dueños. Y quieren imitarlos todo el tiempo. Y. en esta ocasión, la historia de este perro haciendo yoga con su dueña parece increíble. Las fotos en que se puede ver a Mochi y a su compañera humana practicando yoga es una clara comprobación de este enunciado.
Con una total actitud de relajación y filosofía zen, se puede ver en la secuencia en cuestión a una joven estirada sobre el piso y practicando algunas posturas de yoga. Y a su lado, sin molestar pero observando detenidamente e intentando imitar cada uno de sus movimientos, en el mismo video sobresale Mochi. Este tierno perrito de apenas un año parece tener facilidad y flexibilidad para los movimientos por lo que, puesto que es un perro (dog en inglés), bien podríamos decir que más que yoga practica “doga”.
No es una mera casualidad
Más allá de lo llamativo o sorprendente que pueda aparentar este tipo de conductas, la propia ciencia se ha encargado de estudiar y explicar por qué nuestras mascotas (en especial los perros) imitan nuestros comportamientos humanos. Según el estudio de las Actas de la Sociedad Real B, encabezado por investigadores de la Universidad de Viena en 2010, hay un comportamiento que explica esta emulación. Es lo que se conoce como “imitación automática”. No solamente se observa en los perros, sino en distintos animales y seres vivos. Y es, por ejemplo, lo que explica que se “contagien” los bostezos o actitudes como imitar a otro ser que está mirando a un determinado punto en especial. En el caso de los perros, y de acuerdo a este estudio, son propensos a imitar movimientos y juegos que los humanos realizan frente a ellos.
