Tiene 6 años y vive en Sarandí. Empezó a practicar ese deporte después de una agresión de su papá. “Si él puede, todos pueden”, asegura su mamá.
Alexander tiene 6 años y vive en Sarandí con su mamá Valeria. Juntos logran cosas que para otros pueden ser imposibles. La base es el amor, el acompañamiento, la perseverancia y las ganas de superarse día a día.
El nene tiene parálisis cerebral. Los médicos le descubrieron este trastorno cuando tenía un año y medio. El único indicio que dio fue caerse para atrás cuando se sentaba. Por eso su mamá lo llevó al pediatra y después de varios estudios médicos le informaron el diagnóstico.
Pero esto para él no es un impedimento. Lejos de eso, con su corta edad demuestra que la vida hay que disfrutarla día a día. Asiste a primer grado de la escuela número 15 de Sarandí, y dos veces por semana practica Taekwondo.
“La enfermedad le afectó los miembros inferiores. Cognitivamente está muy bien y hasta parece un nene más grande de 6 años. Enterarme de su enfermedad fue un golpe duro. Yo me di cuenta de que se caía para atrás cuando se sentaba, por eso lo llevé al médico. Primero me dijeron que con kinesiología se solucionaba, pero lamentablemente después de varios estudios me dijeron que Alex tenía un problema neurológico”, explicó su mamá.
Los dos primeros años del Jardín de Infantes recibió acompañamiento terapéutico, pero a medida que iba creciendo no fue necesario. “Tiene bastante carácter”, dijo entre risas Valeria.
Cuando cumplió cuatro años y en plena pandemia por coronavirus aprendió a caminar. “Esto nos ayudó porque pasábamos más tiempo juntos, ya que dejé trabajar y me dediqué exclusivamente a él. Empecé a estudiar stretching, así que nos ayudamos el uno al otro. Al principio para caminar se ayudaba con un andador, pero ahora ya no es necesario”.
“Empezó a aprender Taekwondo para defenderse”
Los papás de Alexander están separados. Un día el nene le contó a Valeria que su papá le había pegado. “Me dijo ‘pum’ papá me pegó en la cara. Mi hijo me dio otros indicios de maltrato, por eso denuncié a mi exesposo. Actualmente, no lo ve a Alex muy seguido. Solo en fechas especiales”, contó la mujer.
Tras ese episodio, Alexander le dijo a su mamá que quería aprender Taekwondo para defenderse. Ahora toma clases de este deporte dos veces por semana en la Escuela de Taekwondo y Parataekwondo Goytea’s Team de Villa Domínico.
“Técnicamente Alex practica Parataekwondo y está federado. Hace unos días tuvo su primer torneo y la semana que viene tiene un examen para conseguir el cinturón con punta verde. Decidí contar la historia de mi hijo para dejar el mensaje de que si él puede, todos pueden. Muchas veces los adultos somos los que tenemos prejuicios. Los chicos van para adelante siempre y nosotros tenemos que acompañarlos”, concluyó Valeria.