Este cantautor y docente radicado desde hace varios años en Andacollo es uno de los fundadores del encuentro de trovadores del norte neuquino y nos inspira con sus travesías en bicicleta y carreras por la montaña.
Miguel Sprumont es varias cosas pero sobre todo es, quizás sin querer, un difusor de un estilo de vida despojado, saludable y en contacto con la naturaleza y la música. Estas actividades, que son una inspiración para muchos, las comparte a través de sus redes sociales desde su lugar en el mundo: Andacollo y también desde cada uno de los caminos de Neuquén que transita.
Maestro recientemente jubilado de 55 años, nació en San Antonio de Padua, provincia de Buenos Aires y, desde los 22 años, se radicó en el norte neuquino: “Siempre me gustó lo de escribir, siempre tuve una necesidad de decir cosas. A los 16 años ya estaba tocando en un pub, de muy chico estuve recorriendo y llegué a los 22 años al norte neuquino, primero a Manzano Amargo”.
Se define como docente, cantautor, trovador y deportista que activa en la bicicleta, sube montañas y corre carreras: “Canto mis propias canciones, eso es ser trovador. Me gusta estar relacionado con el entorno, la naturaleza y también con la vida social y desde la actividad deportiva, trato de dar un mensaje para aportar un granito de arena para que el mundo sea un poquito mejor. Es difícil ponerme una sola etiqueta”, explica.
“Hace seis años tuve un infarto, eso me hizo replantear algunas cosas en mi estilo de vida y alimentación. Entonces, comencé un desafío personal. El médico que me había operado y me cuidó salía a correr, entonces ese día lo fui a ver y mirando me puse el desafío de que iba a correr el año que viene los 10 kilómetros. A los doce meses lo estaba haciendo. Luego me uní a un grupo de montaña y, en paralelo, la bicicleta fue como recuperar eso que uno siente, libertad”.
Las travesías solidarias
En el mes de febrero junto a un grupo de voluntarios organizaron la cuarta cruzada solidaria en bicicleta, en la que participaron más de 50 personas. Las anteriores fueron en febrero, mayo y noviembre del 2022 y al grupo lo nombraron “Por ti, por mí, por todos”. “Surgieron travesías para visibilizar la necesidad de un centro oncológico en el norte neuquino, se armó un grupo muy lindo y vinieron personas de otras provincias”, cuenta emocionado. “Seguimos pedaleando porque queremos que en el norte neuquino la gente pueda hacerse quimios, rayos y todo lo necesario. Creemos que lo vamos a lograr” dice convencido. Hoy el centro existe en Chos Malal, pero solo hace atención primaria.
“En paralelo con este cambio de vida, hice una travesía en solitario de 600 kilómetros uniendo el departamento de Minas con Villa La Angostura, fue una experiencia hermosa”, cuenta sobre su más reciente viaje del cual fue subiendo momentos en sus redes sociales.
“Me cambió la vida el tema de las redes sociales, haces cosas y la gente se entera. Tuve dudas de difundir estas cosas. En un momento pensé que era demasiado ego, pero luego me di cuenta de que a mucha gente le sirve. No soy una atleta, soy una persona común y corriente que a partir de un suceso decidí este cambio de vida. Yo corro las carreras y no las gano, pero las disfruto”, asegura.
Durante esas travesías Miguel muestra los paisajes espectaculares del norte de Neuquén y su estilo de vida sencillo y tranquilo. “Para mi este es un lugar maravilloso, no solo por los lugares sino por los paisajes, hay mucho que describir, cascadas, lagunas y además, el norte tiene un capital interesante que es la gente, es como en el patio de la casa, vas a comprar al almacén y vas parando a cada rato. A mí me gusta mucho esa vida. Está también muy cercano a lo ancestral, la trashumancia, los crianceros y
demás”.
Cuna del encuentro de trovadores
El encuentro de artistas que se organiza en el norte de Neuquén entre Navidad y Año Nuevo, declarado de interés por el Concejo Deliberante local y la Legislatura provincial, ya es una tradición y desde hace un tiempo se realiza también en Plottier. “Hay un grupo de personas que arrancamos con la idea desde el 2011, que sentíamos que en los escenarios tradicionales no había un espacio para la canción de autor. Si no estaba ese espacio, había que crearlo y bueno nos empezamos a juntar. Primero éramos siete u ocho y de pronto surgió la invitación de mi lado de juntarnos acá a fin de año.
“El encuentro no es un festival, no es solamente un escenario con música, se suman los artistas, los poetas, vienen dos o tres días antes, acampamos en un lugar en Villa Nahueve, entre Las Ovejas y Andacollo. Es todo horizontal y compartido, se cocina entre todos y después hay un día establecido donde se hace la actividad de escenario y en esa muestra que hacemos para el público en forma gratuita en la plaza, también convocamos a artesanos, productores, emprendedores. La gente viene a compartir, come algo, se trae la reposera”.
Ya sea a través de en una carrera por la montaña, una travesía en bicicleta o por una canción de autor, Miguel Sprumont nos muestra, como pintando un paisaje a través de las redes sociales, la belleza de vivir en esta parte del mundo, y la sencillez y calidez de su gente.
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