Desde hace tiempo, en Villa María, la empresa Tonadita, del grupo Elcor S.A, tiene entre sus empleados a tres jóvenes con discapacidad. Cumplen horario de 8 horas y están en la parte de producción.
FOTO: Trabajo inclusivo en la fábrica de Tonadita en Villa María‹›
El grupo Elcor S.A es el encargado de la producción de lácteos de la marca Tonadita, ubicada en la localidad cordobesa de Villa María.
La firma comenzó como una oportunidad familiar, pero con el paso de los años se fue especializando cada vez más, logrando tener los mejores productos del mercado, los cuales se logran con la tecnología de punta que utilizan. En el año 1995 se dio comienzo a la empresa Elcor, sus dueños que ya venían con años de experiencia y trayectoria en el sector dieron el puntapié inicial para llegar a ser la fábrica de manteca con mayor tecnología que existe hoy en Argentina.
De este modo Tonadita no sólo destaca por su calidad en productos, sino que, además, está un paso adelante en cuanto a la inclusión, la convivencia y la diversidad.
Desde hace un tiempo, trabaja en conjunto con la casa de día El Andén, y así logró incorporar en su planta a tres jóvenes mujeres con discapacidad que trabajan a la par del resto de los empleados.
En diálogo con Diversidad Nadia, Bianca, y Vicky, quienes se desempeñan en el área de envasado de cremas, contaron que se sienten bien y contentas con su trabajo en la empresa.
“Yo estoy muy orgullosa por la oportunidad que nos dan. Para mí trabajar significa generar dinero para mis gastos a diario”, comenta.
Por su parte Vicky asegura que trabajar le permite aprender cosas nuevas y Bianca destaca la posibilidad de compartir tiempo con sus compañeros y tener horarios que cumplir.
Sergio Rivera es el responsable del área de Mantequería y sostiene que la experiencia es muy linda y se ha trabajado desde hace tiempo en desarrollar estas actividades y en la inclusión.
“Ha sido muy importante para todo el grupo de Tonadita y representó un cambio importante y positivo. Se fortaleció el grupo de trabajo”, manifestó.
“En la mayoría de las empresas lácteas que producen un volumen importante de producción, se fijan metas e indicadores que se puede poner en números máquina y hombres, es decir que pueden ser medidos. Acá se comenzó a trabajar con otros aspectos que tienen que ver con los valores, el compromiso, el respeto, ser solidario y eso influye en los equipos de alto rendimiento que luego impactan en los objetivos medibles”, describió.
El equipo de manteca y crema junto a las chicas (Foto: Gentileza Tonadita)
En cuanto a la incorporación de las chicas manifestó que es difícil poner un número para cuantificar, pero afirma que sin dudas el resultado es positivo.
En ese aspecto, subrayó: “El sector donde ellas están ha sido récord en producción de litros y ellas ocupan el 30% del personal que está en maquinaria”.
Y planteó que la inclusión mueve distintos valores. “En la planta el 85% somo varones, entonces trabajar con estos valores, respeto, compromiso y ser solidarios, generó un clima donde todos somos ‘hermano mayor’ y eso tiene una incidencia directa en otros aspectos a medir”, destacó.
Vicky, Nadia y Bianca trabajan junto a la máquina que larga los potes de crema y Sergio revela que “el ritmo no se alteró”.
“No cambiamos nada”, confesó, pero sí aclaró que hubo un trabajo previo para que las jóvenes se incorporaran como cualquier operario con horarios rotativos de 8 horas.
“El Andén venía trabajando con ellas en lo que es el ámbito laboral. Las chicas fueron seleccionadas y en una charla entre el dueño de la empresa y gente de El Andén se tomó la decisión de tomarlas y en el primer tiempo venían 4 horas a trabajar acompañadas por dos profesionales de la casa de día durante tres meses”, describió.
“Lo ideal era que pudieran venir en el horario en el que estoy como referente del sector de 7.30 a 17. Pasado ese tiempo comenzaron a venir 6 horas y ampliar el horario de 6 de la mañana a 18”, recordó.
El proceso comenzó en 2019 y se vio interrumpido por la pandemia, pero transcurrida esa etapa, Bianca, Nadia y Vicky fueron incorporadas a la planta permanente de la empresa para ser parte del staff de producción como un empleado más, con un horario de 8 horas.
“Un día ellas me sorprendieron y me dijeron que querían formar parte de un turno”, explicó.
En cuanto a la planta permanente de empleados, se mantuvieron un par de reuniones para plantear la situación y todos recibieron con compromiso y responsabilidad la propuesta.
“Me siento orgulloso de como la empresa tomó parte de esta línea para trabajar estos valores. Todo se dio natural y está a la vista cómo se adaptaron”, apuntó.
Para Sergio las chicas son “el empleado perfecto”. Cumplen en horario, puntualidad y su consejo a las demás empresas es que se animen. “Esto es encontrar a la persona pura el amor puro y tienen un potencial que en otras personas por ahí no se ven”, reflexionó.
FUENTE DIVERSIDAD