En San Nicolás de Los Arroyos existe un sitio acogedor que da cabida a hombres, mujeres y niños
POR ALEXANDRA BARRETO
“Soñé una casa en la que la gente llegara, recibiera esperanza de un mundo mejor. Nació cuando abrimos el comedor en la parroquia, empezaron a venir personas no sólo para comer si no para dormir. Pasó el tiempo y Cáritas Diocesana desocupó el sitio y propuso que podía utilizarla pues sabía mi deseo de abrir un hogar para gente en situación de calle”, le contó a Optimism el padre Matías Pérez, creador y director del hogar.
“En el 2020 tuvimos 25 personas alojadas por la situación de confinamiento”, acota. “En ese momento este refugio funcionaba las 24 horas, cuando todo comenzó a flexibilizarse, el horario retomó su horario habitual”, recalca respecto de la situación durante la pandemia.
El nombre de La Casita, está inspirado en Luigi Orione, sacerdote católico, italiano, fundador de la congregación religiosa Pequeña Obra de la Divina Providencia. Está ubicada en la calle Lamadrid 26, en San Nicolás, se inauguró a fines del 2016 y el horario de atención es 20 a 8.
Los casos que llegan a este hogar son diferentes. Personas que deben sortear un momento difícil de sus vidas.
Lucas es una de las personas que encontró un abrazo al arribar al hogar en situación de calle. “Cuando llegué era de noche, me ofrecieron una cama, poder ducharme, esa noche fue genial. La casita te da un techo y ganas de salir adelante”, comenta.
Angélica es voluntaria y madre de un ex huésped, un hijo adicto en rehabilitación. “No pudimos lograr que saliera de eso, un día vino a visitarnos y me di cuenta que estaba limpio, prolijo. Me contó con que amor lo trataban, todos son iguales”.
Cuando las personas llegan a la Casita se les entrega un kit de higiene y una muda de ropa.
“Lavamos su ropa sucia para que al día siguiente puedan cambiarse. Tenemos un casillero para cada uno con número, ingresan, se bañan, toman mate y facturas que nos donan muchas panaderías. Todo lo que hay en esta casa es gracias a donaciones y un desafío de generar ingresos. Hasta la persona más dura la hemos visto, cambiar para bien. Para ingresar es necesario tener un certificado de salud que se solicita en el hospital San Felipe. Esto permitió detectar si alguien tenía fiebre u otra dolencia, no necesariamente coronavirus”, aclara.
UN REFUGIO PARA MUJERES
También en 2019 se formó La Casita de Don Orione que alberga a mujeres y niños, situada en Ameghino 556. No sólo da cabida a personas por falta de alimentación, además ayuda a mujeres que sufren maltrato. Está abierta las 24 horas durante todo el año con el objetivo de brindar contención y soporte en cada en la recuperación de cada integrante. Trabajan de la mano con la Comisaría de la Mujer.
La comunidad parroquial gestionó la creación de una Asociación Civil para darle marco legal a las obras, naciendo así la Asociación Civil S.O.S Soy tu Hermano. Con la coordinación de Marta Perrad y Alba Velázquez, encargadas del voluntariado.
El sacerdote dice contento que el refugio no sólo es un medio para vivir. “Es una muestra de amistad, compartir, cocinar, tomar mate y sonreír a pesar de las circunstancias que hayan pasado. Mujeres y niños son acompañados en su escolarización, sus cuatro comidas diarias, cumplimiento de vacunas. También ofrecemos talleres de oficio y capacitación para que tengan una salida laboral”.
Para poder ingresar, el equipo técnico de la casa y coordinadores evalúan cada caso en particular, sin tomar en cuenta la edad y con sus hijos.
“Sus maridos o parejas duermen en la Casita Don Orione para hombres y comparten diferentes momentos juntos”.
Además de estos dos hogares se suma la obra del comedor, La Casita de Madre María que funciona en la Parroquia (Olleros 163), sostenidas por la parroquia María Madre de la Iglesia con el aporte de feligreses, interesados en colaborar para que funcione.
UNA RESIDENCIA CONVIVENCIAL
La labor comunitaria continúa con la Casa Letizia, inaugurada recientemente. A menudo conocemos los lugares para personas mayores como geriátricos y a veces tenemos una imagen formada de este tipo de sitios.
“Queremos en este nuevo espacio ampliar la mirada y el espíritu de este tipo de lugares, buscando hacer de nuestra residencia un lugar diferente a lo que a veces pensamos. Está dirigido para adultos mayores de 50 años, es una opción para aquellos que decidan convivir con otros, en un entorno amigable, con todos los servicios necesarios como cuatro comidas, hasta el servicio médico las 24 horas, servicio de WIFI y ropa de cama, acompañados por personas que asisten en lo que necesiten”.
La residencia también contará con el servicio de hospedaje durante el día o media jornada. Buscamos poder ser una opción para aquellos familiares que necesitan resolver ciertas situaciones complejas con sus adultos mayores.
Padre Matías concluye diciendo que lo más importante es ofrecer un buen ambiente haciendo de esta casa, un lugar alegre, pues eso significa su nombre Letizia.