POR SEBASTIÁN SAAVEDRA
Talentoso, con vigencia y una extensa carrera en el mundo del espectáculo, Juan Acosta fue uno de los primeros artistas que se animó a los monólogos allá por los años 80. Trabajó en cine, televisión, teatro, y hoy en Optimism, te traemos una charla sobre la actualidad del humor, la comedia, y lo que según el comediante la risa genera en él y en las personas.
-¿Cómo se inició tu pasión por hacer comedia?
No hay un momento puntual en el cual comenzó, fue algo mutuo. Siempre la comedia estuvo en mi vida porque me gustaba hacer chistes fuera del escenario, no había tanta “competencia de graciosos” como ahora, y la gente se reía de lo que yo hacía o decía. Un día hice una prueba en el programa de Antonio Gasalla, quedé, y ahí sí comencé a tomarlo seriamente, y tener notoriedad por el programa. Pero siempre me gustó el humor, todo lo vivo en ese modo, y hasta los momentos más trágicos los enfrento así.
-¿Qué se siente hacer reir a la gente?
Lo que siento al hacer reír, es la cosa sana. El humor saca de situaciones graves sin darse cuenta, y hay una sensación particular que siento y es de que estoy sanando cuando la gente la pasa bien, y cuando eso pasa, te sanás vos también.
-¿Alguna vez tuviste algún episodio porque a alguien no le gustó algún chiste tuyo?
La verdad que eso es muy de ahora. No tuve ningún problema grave por eso, solamente una vez hubo una cosa, pero chiquita, con una maestra que le habían escrito unas palabras en la panza; hice un chiste de eso que no cayó bien, pero no pasó más de ahí.
-A medida que pasa el tiempo, ¿es más difícil hacer humor por los cambios de la sociedad?
El problema no son los cambios en la sociedad, el tema es que si vos hacés humor en un lugar cerrado donde la gente pagó una entrada, y hay una persona en el escenario que empieza a decir cosas, se entiende que todos ahí tenemos el mismo código y humor. Pero… aparece un elemento con la tecnología donde una persona filma, graba y saca de ese recinto, de ese contexto, algo que lo agarran los medios. Eso se distorsión, y sacar ese contenido por fuera de todo ese contexto es peligroso. Es casi como que se metan en tu privacidad para ver con quién te acostás en la cama. Mi opinión al respecto es que se puede, o se debería, hacer humor con cualquier cosa donde todos los participantes entienden ese código y lo aceptan.
-¿Cuán importante creés que es la risa y el humor en momentos difíciles?
El humor, depende para quien, es una salida buena a una situación difícil. En mi caso lo llamo descarga humorística, y te voy a dar un ejemplo: el día que falleció mi mamá. Fue a las 8 de la mañana en el Hospital Italiano. Entró la chica que daba el desayuno y le dije “hoy mi mamá no va a desayunar”.
La chica no sabía dónde meterse, pero mi mamá seguramente se hubiera reído: el humor salva en momentos trágicos.
¿Querés dejarnos alguna reflexión?
Antes que inteligente, soy humorista, por lo tanto puede que haga un chiste que no sea inteligente, y así y todo quede bien. El humor es un ensayo hacia algo para que los demás reaccionen y se rían. Lo mejor que me puede pasar es tratar de que alguien pase un buen momento con el humor, y la gente pueda pasar momentos felices ante todo lo complicado que nos rodea.