Horacio Cifuentes, jugador de tenis mesa de 23 años, se prepara en el exterior para su debut en los juegos olímpicos como todos los atletas, pero con una particularidad: practica con un robot.
En abril, Horacio ganó una de las plazas en el preolímpico para Latinoamérica que se realizó en Rosario: “Después del punto fueron los 10 o 15 minutos de emoción que nunca había sentido en el deporte. Mucha euforia y felicidad”, confesó.
Iniciada la pandemia, tuvo que regresar a Argentina a la casa de sus padres en La Plata, pero eso no le impidió continuar su entrenamiento. Le prestaron un robot valuado en miles de dólares para no perder ritmo y seguir enfocado en su sueño olímpico.
“Este deporte es muy mental. Es un deporte que si te vas un minuto del partido, ya se te fueron cuatro o cinco puntos y perdiste el set”, concluye el flamante atleta, enfocado en su práctica.