Mientras que en la mayoría de los países la eutanasia sigue siendo un tabú, para Nueva Zelanda implica una nueva modalidad dentro del espectro de opciones en el sistema de salud.
El viernes 30 de octubre, Nueva Zelanda aprobó la Ley de Eutanasia, que permite que pacientes con enfermedades terminales decidan cómo y cuándo morir. Será efectiva en noviembre del 2021, y las condiciones para acceder son tener un espectro de vida de no más de 6 meses, la firma de dos médicos y ser mayor de 18 años.
A diferencia de los países donde ya es legal como Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Colombia y el estado australiano de Victoria, Nueva Zelanda fue el único en exponer a la sociedad civil el interrogante de eutanasia si, eutanasia no. De esta forma, la reelecta primera ministra del partido laborista Jacinda Ardern le preguntó a los votantes si estaban de acuerdo con la medida, a lo que el 65,2% respondió que sí en las urnas.
“Miles de neozelandeses que afrontan una muerte horrorosa tendrán una elección, dignidad, control y autonomía sobre sus propios cuerpos bajo la protección de la ley”, aseguró el líder del partido liberal ACT, David Seymour en su cuenta de Facebook, apoyando activamente el suceso.
Hace 5 años que la eutanasia no formaba parte de la agenda mediática, mucho menos de las redes sociales. ¿Significará esta nueva incorporación a los países con eutanasia legal un nuevo paradigma en materia de salud?