POR CLAUDIO AVRUJ. DIRECTOR DE OPTIMISM
Esteban Martucci es uno de los impulsores de la propuesta ¡AGUANTA UCRANIA!, una iniciativa de apoyo a los ucranianos que sufren los embates de la invasión rusa.
A casi 1 año del inicio de las acciones bélicas, Esteban le contó a Optimism cómo nació esta idea, cómo se puede formar parte y su mirada de lo que sucede en el Viejo Continente.
– ¿Qué es Aguanta Ucrania?
¡AGUANTA UCRANIA! es una campaña de solidaridad con el pueblo de Ucrania, que quiere, desde América Latina, darles una voz de aliento a los ucranianos en medio de tanto sufrimiento, para que no se sientan solos y para que sigan resistiendo. Admiramos su valor y apoyamos su causa.
¡AGUANTA UCRANIA! es una iniciativa de la gente y para la gente. La idea nació de una conversación de Sergio Jaramillo con Francisco Samper, conmigo y otros creativos del continente. Quisimos crear un espacio de comunicación para que las voces de América Latina se puedieran unir en apoyo a Ucrania. Todos los latinoamericanos están invitados a participar como “Latinoamericanos por Ucrania“.
– ¿Cómo fue el comienzo de esta iniciativa?
Para saber como nació debo contar un importante antecedente que luego devino en la estructura actual de ¡AGUANTA UCRANIA!. En 2019, mientras seguía produciendo un contenido digital llamado Selfinterview que consistía en charlas con líderes de las industrias creativas de Iberoamérica, me encontré con otro creativo argentino, Fabián Bonelli, que está radicado en Panamá y con quien comparto la condición de que ambos estamos en pareja con mujeres venezolanas. De esa conversación surgió la necesidad de comprometernos y hacer algo por la nacionalidad de nuestras parejas, ya que conocemos en profundidad la tragedia de la diáspora, además del vínculo de afecto que nos une a nosotros mismos con esa tierra que nos empleó profesionalmente y nos regaló sinceros y queridos amigos. La respuesta a esa necesidad fue el proyecto “Una Idea para Venezuela” que consistió en convocar a los mejores creativos latinoaméricanos, ya que todos ellos estaban en mi agenda, y así crear un dream team de profesionales de las ideas para pensar juntos, ad honorem, por una causa humanitaria. Eso se pudo armar rápidamente gracias a la generosidad y el orgullo de todos de pertenecer a este nuevo club y, en noviembre de 2019, tuvimos una primera sesión. Uno de nosotros, Francisco Samper, CEO de la agencia más premiada de Colombia y responasable de las campañas de comunicación que trabajaron para la exitosa desmovilización de las FARC, consiguió a través de su amigo y cliente en dicha gesta, Sergio Jaramillo, ex Comisionado de Paz y uno de los factotums estratégicos de la desmovilización, ser convocados a Bogotá para crear este grupo. La irrupción imprevista en la escena de Guaidó, primero, y luego la pandemia, interrumpieron nuestras sesiones y dicho proyecto quedó stand by, pero el germen ya había nacido.
El junio de 2022, durante el celebérrimo Cannes Lions, el festival de las industrias creativas, se proyectó un video de Volodimyr Zelenski pidiendo ideas a los creativos del mundo. Samper tomó el guante, se lo transmitió a Jaramillo, y en julio estábamos reunidos nuevamente, creativos de México, Colombia, Perú, Uruguay y Argentina, debatiendo distintas ideas, que intentamos decantar y corporizar en varias sesiones de trabajo en equipo desde las plataformas hoy habituales. Fernando Vega Olmos, Humberto Polar, Pipe Stein, Raúl Cardós, Carlos Rodriguez Monroy, Francisco Samper y yo, comenzamos a trabajar con la tutela de Sergio Jaramillo.
– ¿Cómo se define esta iniciativa? ¿Podemos ubicarla en la cadena de la defensa en los derechos humanos y el derecho humanitario?
¡AGUANTA UCRANIA! hace un llamado al sentido común y a nombrar las cosas por su nombre: una invasión es una invasión. Y es inaceptable.
En tus propias palabras del video en el que generosamente nos diste tu apoyo al movimiento, la guerra es la negación de los derechos humanos. Y las tropas de Putin están empoderadas para avanzar contra los civiles, sin límite de crueldad. Esta invasión no sólo es una guerra, está saturada de crímenes de guerra, de delitos de lesa humanidad.
– ¿Quiénes son y cómo se constituye el grupo que lo mueve? ¿Como es su dinámica, es abierto a todos?
Como te comenté, esta iniciativa nació de una conversación entre Jaramillo y Samper, y fue apoyada por un grupo de creativos que ya nos habíamos unido previamente por iniciativa propia para trabajar por una causa anterior que llamamos “Una Idea para Venezuela”.
¡AGUANTA UCRANIA! no toma partido en la política interna de los países de Latinoamérica pues entendemos que una causa humanitaria debe superar todas nuestras diferencias. Es una campaña que sitúa a las personas en el centro y no a las ideologías ni las preferencias políticas. La protección de la democracia es, en todo caso, una preocupación principal. Por lo tanto, sí, a todos quienes les resuenen los conceptos, pueden sumarse y son muy bienvenidos.
– ¿Es una iniciativa única o creés que puede ser el comienzo de una cadena virtuosa que tenga a los creativos como grupo impulsor?
La respuesta a si esto es sólo el comienzo… SÍ, con mayúsculas. La experiencia previa que nos unió, aunque aún no la pudimos tangibilizar, nos sirvió para llegar a ¡AGUANTA UCRANIA! mucho mejor preparados. Nuestra esperanza es seguir este camino. Hoy Sergio me decía que aún no tenemos dimensión de lo que podríamos lograr.
– Te pido una reflexión tuya desde tu lugar sobre este año que hemos transcurrido sin solución de la guerra provocado por Rusia.
En la dirección de nuestro movimiento todos coincidimos en el objetivo de la causa, siendo todos diferentes y teniendo distintas preferencias. Yo, personalmente, habiendo vivido tan de cerca la Guerra de Malvinas (soy clase 64) y todo lo que transitamos después y aún sufrimos en la Argentina, creo que muchas veces, la gente es víctima de manipulaciones y experiencias masivas que le impiden aceptar tempranamente los calvarios que los sojuzgan. Pero, más tarde o más temprano, la realidad queda al descubierto y los relatos caen destartalados. Yo tengo la esperanza de que los propios rusos desistan de la guerra lo antes posible, terminando ellos con Putin antes de que las consecuencias sean aún peores.