El evento se realizará en el cine teatro Imperial el 16 de abril y contará con la participación de Johana Quinteros y la Compañía Kuruka Circo. Lo donado será destinado a distritos merenderos.
Isabella Pereyra, una de las niñas más solidarias de Mendoza, organizó un festival en el cine teatro Imperial de Maipú para recolectar donaciones de cajas de leche.
“Si pude hacer feliz con mis manos a un niño, significa que con mis acciones podré hacer feliz a muchos”, afirmó la pequeña de 11 años que en medio de la pandemia comenzó a ayudar a quienes más lo necesitan.
En esa oportunidad, con el apoyo de la municipalidad de Maipú, realizará un festival el viernes 16 de abril, a las 21, en el Imperial que contará con las presentaciones de Johana Quinteros y la Compañía Kuruka Circo.
Las entradas se pueden canjear por una caja de leche en las boleterías del cine (Perón y Pescara de Maipú) todos de lunes a viernes de 8 a 12 y en la Casa de la Cultura Doña Paula (Pescara 500 de Maipú) de 8 a 13.
La leche recolectada será a beneficio de los merenderos “Pancitas llenas”, “Neófitos”, “Angelitos negros” y “Comedor de los abuelos”.
“Soy cero tímida, me gusta hablar y expresarme porque si sos claro con el mensaje que das, podés cambiar el mundo en positivo”, dice Isabella dueña de una personalidad extrovertida y muy respetuosa. “Cuando empezó la pandemia el año pasado y no pude ir más a la escuela sufrí ataques de pánico, fue mi cardióloga (la doctora Ana Schroh) que me aconsejó hacer algo que me motivara. Me daban escalofríos, temblaba, sentía mucha angustia, hasta que conocí a “Urdiembre Solidaria”, una organización comunitaria que hace tejidos. Lógicamente soy la integrante más chica, pero me siento una más, son personas maravillosas todas que piensan en los demás”, dice en un relato lleno de esa magia con que plasma las palabras en su andar.
Aunque la estricta cuarentena al inicio de la pandemia fue un tramo muy duro en la vida de Isabella, aquella mantita tejida por sus manos, llegó no solo a abrigar a pacientes del hospital Notti, sino a expresar todo lo que es su corazón solidario.
De ahí en más su espíritu se encendió y decidió empezar a juntar, ropa, alimentos no perecederos, juguetes y donarlos a merenderos de su departamento.
“Hoy mi casa tiene un cuarto lleno de cajas de ropa, porque jamás le entregaría prendas a otra persona en una bolsa de residuos, con mi familia ponemos todo al sol, sanitizamos, lavamos, planchamos y ponemos en cajas. Quiero que los niños reciban esas cajas con aroma a ropa limpia, porque me importa que se sientan bien”, dice Isabella que todo el tiempo hace derramar lágrimas de orgullo a su mamá.
“Mi hija siente empatía por las personas humildes, ella me ha escuchado contar mi propia historia, vengo de un hogar de pobreza, donde a veces no había cena, o incluso vendíamos huevos para poder sobrevivir. Isabella sabe que así como hay chicos que su sueño es tener un celular por ejemplo, hay otros que su sueño es tener un par de zapatillas para no andar descalzos. Ella entiende que no es su responsabilidad claro, pero se le ilumina el alma hacerlo y si la hace feliz aquí estamos acompañándola”, dice su amorosa mamá.
Isabella Milagros Pereyra es una enamorada además del deporte, practica patín artístico en el Polideportivo Giol y ya a sus 11 años es federada. “Cuando sea grande quiero ser presentadora de televisión pero al patín no lo dejaré jamás, soy feliz cuando estoy ahí haciendo piruetas y el deporte además le hace bien a mi corazón”, dice recordando que hasta los 3 años debió tomar medicación y que al haber pasado por una cirugía tan delicada como la de corazón abierto, el cuidado de su cuerpo debe ser de por vida.