Alejandro Caro es un cordobés que a sus 22 años se fue con 400 dólares en el bolsillo “a probar suerte” a España. A casi cuatro décadas de ese viaje, es reconocido en Barcelona y parte de Europa como el creador del dulce de leche que cautivó a Lionel Messi.
Alejandro se define como una persona inquieta, alegre, emprendedora y con proyectos por hacer. En diálogo con Vía Córdoba, contó sus duros primeros años en Europa, el contacto con Lionel Messi que daba sus primeros en las inferiores de Barcelona y su presente como productor e importador.
LA HISTORIA DEL CORDOBÉS QUE EMIGRÓ CON 400 DÓLARES
Corría 1984 en Argentina, el país recuperaba la democracia, pero la situación económica era “complicada con una inflación de 3.000 por ciento al año”, recordó el cordobés que trabaja desde los 11 años por decisión de su padre, quien falleció en 1975.
Alejandro estudiaba Ciencias Económicas en la Universidad Nacional de Córdoba y trabajaba en una fábrica de vinagre para luego disfrutar de un mes de descanso. “Tenía una vida de clase media promedio”, indicó.
En febrero de 1985, se fue con amigos a vacacionar a Brasil por un mes. “El viaje me dio vuelta la cabeza, volví y empecé a barajar la idea de emigrar”, rememoró el joven que retornó a su hogar y le contó la inquietud a su madre.
EL MOMENTO DECISIVO EN LA VIDA DE ALEJANDRO CARO
Su madre le suplicó a Alejandro que terminara sus estudios universitarios, pero el deseo fue mayor y se tomó un año sabático del trabajo y la facultad. “Con 22 años era ahora o nunca”, contextualizó con una sutil carcajada.
José, su hermano, también tenía en mente emigrar aunque no tenía un destino definido. “Le comenté de ir a España, donde él había estado en 1980, le gustó y empezamos la movida”, recordó.
Los hermanos Caro vendieron lo poco que tenían y viajaron con dos amigos, quienes regresaron a los tres meses. Pero había un problema: no contaban con la documentación necesaria para residir en España.
“En el aeropuerto de Barajas, Madrid, eran estrictos con los controles. Nos dijeron que fuéramos con traje para dar una buena imagen y pasamos por suerte”, reveló entre risas el aventurero cordobés.
LOS PRIMEROS AÑOS DE LOS CORDOBESES EN ESPAÑA
La aventura de Alejandro y José comenzó en la costa atlánticay sus trabajos iniciales abarcaron desde lavar platos en una hamburguesería, oficiar de albañil, ser ayudante en una ferretería, vendedor de máquinas de oficina hasta colaborador de distribuidoras.
Según las palabras de Alejandro, “los primeros cinco años fueron volver a nacer”. Sin embargo, todo fue un poco más fácil a partir del segundo ya que obtuvo su residencia y permiso de trabajo. Al final de esos 60 meses, consiguió su pasaporte español y tuvo todo listo para desenvolverse como local.
Con algo de experiencia en el rubro de las distribuidoras y un par de clientes argentinos,los Caroapostaron a ser independientes y crearon su propia importadora, que comenzó con vinos y dulce de batata.
“Éramos mi hermano, un amigo que necesitaba trabajo y yo, en una furgoneta repartiendo toneladas de cajas”, contó sobre los inicios que le dieron algunos “dolores de espalda”, según rememoró entre risas. Ahora, la firma está presente en más de 30 países.
POR QUÉ EMPEZARON A FABRICAR DULCE DE LECHE EN ESPAÑA
Importaban alimentos argentinos de todo tipo y fabricaban algunos como alfajores, porque palpitaban el final de las importaciones. En 1997, la Unión Europea bloqueó la entrada de lácteos de Argentina por cuestiones sanitarias ya que las fábricas no cumplían con las normativas exigidas.
Los Caro ya no podían seguir comercializando dulce de leche. Ante este escenario, Alejandro volvió a Argentina, compró las máquinas necesarias en Santa Fe para registrar Márdel, su marca, y comenzar en 1998 con la producción propia en Barcelona.Play VideoLa producción de dulce de leche de Márdel. (Gentileza)
“Las reglas del juego cambiaron. Cuando importamos de Argentina, vendíamos 60 toneladas al año. El año pasado hicimos 3 mil toneladas y todas se vendieron”, comparó el -ahora- dueño de Márdel y proveedor de Arcor, Doña Petrona y Andino, entre otras marcas.Play Video2. La producción de dulce de leche de Márdel. (Gentileza)
EL PRIMER ENCUENTRO DEL CORDOBÉS CON LIONEL MESSI
Alejandro hace 34 años que cena con un grupo de al menos 20 amigos argentinos, en Barcelona. La pizzería La Cuarteta fue sede de varios de sus encuentros, y también recibió a la familia Messi, que -recién arribaba- a la ciudad española.
“Enrique es un amigo de Rosario que atendía a las consultas de los Messi, que se sentaban en la mesa de al lado”, contextualizó. Alejandro contó que el primer encuentro con el pequeño Lionel Andrés Messi fue muy casual.
“El primer recuerdo de Messi es acercarse y saludar a Enrique, su dentista, quien lo presentó como ‘un chico rosarino que juega en las inferiores de Barcelona’”, rememoró Alejandro, sin saber en lo que se convertiría.
El contacto entre el dentista y los Messi hicieron que la familia del incipiente jugador se enterara de la distribuidora de los Caro. “Enrique les dio mi número para comprar productos y la relación sigue hasta el día de hoy, principalmente con Rodrigo Messi(hermano del jugador)”.
LA FOTO DE MESSI CON EL DULCE DE LECHE CORDOBÉS
En 2016, Alejandro tuvo una grata sorpresa después de remarla en dulce de leche varios años. “Habíamos firmado un contrato, a un precio que podíamos pagar, para que Messi haga unas publicaciones con nuestro dulce de leche y remeras para que nosotros las usáramos en ferias internacionales”, explicó.
Pero el propio Lionel se adelantó y publicó una en enero, la que varios recuerdan y usan como sticker en Whatsapp. “Volvimos de Argentina, estábamos desarmando las maletas cuando mi hija usaba Instagram y pegó un grito”, contó Alejandro.
“Sentí una alegría inmensa, la gente empezó a llamarnos y la repercusión de esa fotografía sigue siendo tremenda”, detalló el cordobés dueño de la firma que hace “el dulce de leche de Messi”, según Google, otros buscadores y varios españoles.
FUENTE VIA PAIS