El primer criptoartista argentino que retrata a famosos y vende su arte con fines solidarios

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Superó un accidente que pudo ser fatal y le hizo perder la movilidad de su mano derecha. Empezó a pintar con la zurda y cambió su cabeza: hoy pinta y destina lo que recauda a causas benéficas.

Las situaciones adversas en las personas puede llevarlas a renacer en muchísimas ocasiones. Dejar atrás los obstáculos, aprovechar lo que se tiene y vivir al máximo. Esta es la historia de Lukas Nicolino, el hombre que en el peor momento de su vida encontró en el arte la mejor catarsis ante aquello que lo aquejaba físicamente.

Su historia

En el 2000 tuvo un accidente: se cayó sobre un vidrio en el conservatorio donde estudiaba guitarra y se le cortaron todos los tendones flexores de la mano derecha, el nervio cubital, el nervio mediano y la arteria cubital. Pasó por tres cirugías de reconstrucción, pero perdió la movilidad en esa mano. La música quedó de lado, comenzó a estudiar Relaciones Públicas, pero un mal movimiento para apoyarse mientras entrenaba hizo que aquellas partes blandas se volvieran a resentir. Como consecuencia, desde hace tres años convive con una neuropatía periférica, lo que se traduce en dolores indescriptibles que no le dan respiro ni descanso. Y además, su mano hábil -era diestro- pasó a ser la zurda, que debió reeducar.

EEn la cuarentena, su vida cambió gracias a una actividad que hacía en su pasatiempo. Fue cuando una pared blanca en el living de su casa le mostró otro camino: “Compré pintura y empecé a pintar. Estuve 8 días escuchando música electrónica y concentrado en ese mural. Ese tiempo me fui del dolor, fue un renacer”, dice. Así, sin saberlo, inició el camino solidario que lo convirtió en el primer argentino en vender sus obras en el criptomercado.

Uno de sus objetivos es ampliar el círculo de ayuda que recibe la Fundación Dar es Dar, una asociación civil creada en el 2005 por iniciativa de un grupo de estudiantes secundarios, que asisten a niñas y niños en los barrios Nicole y Puerta de Hierro, en La Matanza, y que tiene el propósito de combatir la desnutrición infantil y la pobreza en Argentina.

Cuando ya estaba inserto en el mundo del arte, Lukas compartió las obras que pintaba en su cuenta de Instagram @lukasnicolino. Fue tal el impacto que sus seguidores comenzaron a pedirle cuadros. Era la cuarentena de 2020, había estado dos años sin trabajar y los ahorros eran escasos; vender bastidores era una buena posibilidad para ganar dinero.

La solidaridad como estandarte

Un día lo contactó Franco Yankelevich porque quería darle una sorpresa a su abuela, Cris Morena, y regalarle un retrato de Romina Yan, la actriz fallecida en 2010. No quería cobrarle, entonces acordó que, si un chico necesitaba ayuda, con ese dinero iban a colaborar. Así le llegó la historia de Aaron, un pequeño de 7 años que a los 4 perdió a su mamá y sus manitos en un incendio. “Su carita quedó desfigurada y por la inhalación del humo quedó con retraso madurativo. Su historia me destrozó, pero decidí dejar de lamentarlo y hacer algo”, reconoce.

A Aaron siguieron los casos de otros niños y hasta llegó a construir la casa a una familia que vivía en una vivienda muy precaria. Pero se dio cuenta que por más valor que le pusiera a sus cuadros, siempre necesitaba un poco más de dinero para seguir ayudando.

Así fue como decidió buscar el apoyo de personas famosas: retrató a personalidades como Fabián Cubero y los músicos El Dipy y L-Gante, entre otros, y solo les pidió que lo etiqueten en sus redes (Instagram y twitter) para así multiplicar sus seguidores y, de esa manera, tener la posibilidad de llegar a más personas que aporten donaciones para lograr nuevos objetivos.

Gracias a una donación de una obra de Juan Román Riquelme, Lukas construyó un hogar

Lukas es embajador de la Fundación Dar es Dar, que nutre niñas y niños de 0 a 5 años y le dan acompañamiento a su familia. “Hice obras para ellos y ahora incursioné en el criptoarte, gracias a eso puedo donarles fondos en dólares, hubiera costado mucho llegar a esa cantidad si el precio era en pesos”, admite.

Sin saberlo ni buscarlo, con ese gesto se convirtió en el primer artista argentino en utilizar el criptoarte con fines solidarios. El primer token no fungible que vendió fue un video que cuenta su vida (está en esta nota) y un retrato del ex futbolista y entrenador Diego “Cholo” Simeone “El resultado de todas las obras que vendí, rifé, sorteé y que tengo digitalizadas puedo subirlo al marketplace y volverlo a comercializar”, explica de qué se trata lo que anticipa será un boom mundial.

Colectivo de criptoartistas

En este tiempo también fundó un colectivo de criptoartistas para fines solidarios. “Por ahora, somos 11 artistas de América, pero me contactaron de Suiza, China, India y España para sumarse. La idea es abrirlo al mundo”, anticipa. El retrato de Diego Simeone que pintó Lukas Nicolino Asimismo, será parte del Primer Museo de Criptoarte Americano. “Haremos una colección especial de donación y todo lo que se recaude irá a las causas, ese es el único objetivo. Dar lo que la vida me dio, una segunda oportunidad”, concluye.

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