Se trata de una superficie que tiene una textura diferente y que puede ser fácilmente reconocible al tacto. Otorga independencia y sirve como guía en los trayectos.
Las baldosas podotáctiles son un invento del japonés Seiichi Miyake y consisten en crear una superficie en el piso con una textura particular fácilmente reconocida al tacto y así detectar cuando se acercan a una esquina, una escalera, el borde de la estación de subtes.
Miyaki diseñó estas baldosas en 1965 inspirado en uno de sus amigos cuya visión se deterioraba y para llevarlas a cabo invirtió parte de sus ahorros.
Así nacieron los primeros “bloques táctiles” o Tenji que tenían dos formas diferentes, con puntos o con barras. Los puntos alertaban cuando se llegaba a un cruce peligroso (el borde de la calle, los andenes) mientras que los bloques con barras proporcionaban indicaciones direccionales permitiendo a los usuarios saber si el trayecto continuaba seguro.
El curioso origen del bastón blanco que usan personas ciegas
La primera vez que se colocaron estas baldosas fue en el año 167 en la ciudad de Okayama, Japón, en un camino cercano a una escuela para ciegos, luego hicieron lo mismo en el Ferrocarril Nacional Japonés y hoy el sistema se aplica en las veredas de todo el mundo como parte de una infraestructura que facilite la accesibilidad y la inclusión.
Las baldosas son reconocidas con el pie y el bastón y son fabricadas en diferentes materiales, pueden ser de cemento, adoquín, piedra, polietileno, caucho o metal.
Además, se emplean no sólo en la vía pública sino en superficies como hospitales, shoppings, aeropuertos, estaciones de trenes y otros.
FUENTE: DIVERSIDAD