Alrededor de 13 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos cada año, el equivalente a volcar el contenido de un camión de basura por minuto. Según la ONU, se estima que para 2050 podría haber más plástico que peces en el mar. En Grecia, particularmente, la sobrepesca y la contaminación ocasionada por este material, redujeron las pescas hasta un 34% en los últimos 50 años.
Sin embargo, en este contexto también hay personas que luchan por un futuro prometedor. Este es el caso del griego Lefteris Arapakis, un economista de la Universidad de Atenas de 26 años que proviene de una familia de pescadores de cinco generaciones. El joven fundó en 2016 la primera escuela de pesca profesional de Grecia llamada Enaleia (en griego, “junto con los pescadores”) con la doble tarea de enseñar el oficio de una manera más ecológica y de capturar, además, el plástico que se encuentra en el océano para que luego sea reciclado. Por esta iniciativa, se convirtió en uno de los siete campeones del premio “Jóvenes Campeones de la Tierra 2020”, la iniciativa principal del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) llamada #ForNature que busca la “Restauración de Ecosistemas 2021-2030” e inspirar y motivar a más personas a actuar por la naturaleza. El premio proporciona financiación inicial y tutoría a activistas.
Lefteris Arapakis había notado que muchos barcos alrededor de su ciudad natal El Pireo arrastraban redes llenas de basura en lugar de pescado, y que volvían a ser arrojadas al mar. Por eso, decidió solicitar la ayuda de la comunidad marinera para recorrer el Mediterráneo en busca de plástico desechado. Desde su lanzamiento, Enaleia recogió más de 80 toneladas de plástico del mar. “Enseñamos a los estudiantes no solo a pescar, sino también a pescar para que los peces puedan existir mañana”, dijo Arapakis. “Me preocupé cada vez más por la escasez de pescado y el aumento de plástico”, explicó el joven premiado. “Me preocupaba profundamente que mi padre, y ahora mis hermanos, no pudieran ganarse la vida con este trabajo, que es lo que aprendieron a hacer y lo que les encanta hacer”, agregó.
“Los plásticos de un solo uso desechados son notoriamente ubicuos y tienen impactos ambientales y socioeconómicos adversos y de gran alcance, incluida la salud humana”, dijo Gaetano Leone, Coordinador del Plan de Acción del Mediterráneo del PNUMA-Secretaría del Convenio de Barcelona. “El trabajo inspirador que Lefteris Arapakis está haciendo con Enaleia demuestra que las iniciativas individuales y locales impulsadas por la pasión y las prioridades compartidas son cruciales para complementar las acciones tomadas a nivel regional”, continuó.
Para abordar el problema de la contaminación en el mar Mediterráneo, Arapakis y su equipo en Enaleia lanzaron Mediterranean Cleanup. Ahora, trabajan con 700 personas en 145 barcos de Grecia e Italia y dan una recompensa económica por el plástico que devuelven a la costa. Esto elimina alrededor de 12 toneladas de plástico del mar cada mes. Arapakis y su equipo almacenaban el plástico en las instalaciones de reciclaje del puerto, pero el aumento de los volúmenes los motivó a asociarse con Healthy Seas, una organización con sede en los Países Bajos que recicla las redes de pesca y las convierte en alfombras, calcetines, máscaras y otros productos de consumo. El joven sostuvo que la contaminación plástica en las áreas de pesca del golfo de Argosaronikos “se ha reducido significativamente”. “Los pescadores están salvando los mares del plástico”, expresó.
La propagación de COVID-19 asestó un golpe temporal a Enaleia a principios de 2020, ya que muchos de sus contratos de patrocinio fueron cancelados. Sin embargo, se pudo adaptar y consiguió incrementar el plástico recogido del mar. Una vez que pase la pandemia, Arapakis planea expandir su trabajo a otros países marineros.
“Queremos capacitar a todos los pescadores para que capturen plástico y luego lo traigan al puerto y lo reciclen. Eso crearía un gran impacto global”, afirmó. Aunque la marea del plástico marino continúa creciendo, Arapakis se mostró optimista sobre el futuro: “Creo que hay mucha conciencia de nuestra generación sobre la contaminación plástica y otros desafíos ambientales. Conciencia que no creo que haya existido a una escala tan amplia durante décadas”.
FUENTE: INFOBAE