El agua es el recurso más preciado, un “oro azul”, según la UNESCO. El 70,8% de la superficie terrestre está ocupada por agua, pero tan solo un 2,5% de toda el agua existente en el planeta es agua dulce, o sea, apta para consumo. De ésta, la mayoría se encuentra inaccesible en glaciares, en los polos, etc., así que tan solo disponemos para consumo del 1% que es agua subterránea o superficial. En el mundo 2.200 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura (OMS/UNICEF 2023).
El sector de la construcción es el responsable del 16% del consumo mundial de agua. En la construcción húmeda, el agua interviene en varias etapas, desde la producción de los materiales para cada ciclo constructivo, como elemento auxiliar, como parte de pruebas; el agua está presente en todas las etapas, lo que genera un alto consumo de este valioso recurso. “Si desde el sector queremos realizar una construcción sustentable, es necesario que tengamos en cuenta el uso del agua para reducir su utilización. Y con este objetivo en mente, es necesario buscar una alternativa confiable que nos permita lograrlo”, comenta Francisco Pedrazzi, presidente de INCOSE, Instituto de la Construcción en Seco.
Y es acá donde el Steel Framing como sistema constructivo brinda beneficios que permiten reducir prácticamente a cero la utilización de agua en las envolventes, prescindiendo de la misma en el armado de los paneles que conforman los muros y tabiques, su sistema de aislación térmica y acústica y las terminaciones. “Esto nos garantiza construir con un sistema confiable que nos hace protagonistas de un cambio que impacta de manera positiva en el ahorro del agua”, enfatiza Pedrazzi.