POR SEBASTIÁN SAAVEDRA
En este 2023 la “Fundación León” está cumpliendo 20 años. La familia Feller y un grupo de amigos la creó en homenaje a León Feller, un empresario nacido en Carlos Casares, hijo de inmigrantes rusos integrantes de una de las primeras colonias judías en Argentina. León emigró a Tucumán cuando era joven y ahí empezó una obra solidaria que duró muchos años. Cuando cumplió 90 decidieron homenajearlo con esta fundación de acción social, voluntariado y con la finalidad de erradicar la pobreza acompañando historias de vida. Diego Aguilar, encargado de comunicación de la fundación, nos abre las puertas de un mundo dedicado al servicio al otro. Y entramos…
– ¿Cuál es el rol de la fundación?
Es una organización civil que trabaja en el norte de Argentina, sobre todo en Tucumán, Salta y Catamarca. En estos 20 años el rol ha sido acompañar a personas que vivieron o viven una situación de vulnerabilidad, ya sea económica o social. En base a eso poder brindarles herramientas, recursos, y un acompañamiento para que pueda salir de esa situación, poder tener un proyecto de vida, y construir un futuro mejor. El enfoque es individual con cada una de las personas, y se complementa con el trabajo que hace el Estado, las empresas, y los organismos internacionales.
Hace tiempo estamos buscando llegar a lo que llamamos “la última milla”, que es ese rincón donde el Estado no está presente, estos lugares de difícil acceso como las zonas altas de la montaña, lugares de mucha vulnerabilidad. No queremos que estas comunidades queden olvidadas o relegadas. Esto es lo más importante para la fundación.
– ¿Cómo trabajan?
Tenemos siete programas en evolución permanente que son basados en tres temáticas:
1) La pobreza multidimensional: Esto es no solamente falta de ingresos, sino falta de acceso a la educación, salud, movilidad, y trabajo.
2) El cuidado: Todos en algún momento de la vida cuidamos, o necesitaremos ser cuidados, y eso siempre cae en manos de la familia. Así que también tratamos de aportar un granito de arena para cambiar la situación de injusticia que se haya generado.
3) El envejecimiento ocupacional: Es una problemática de todo el mundo, y en el norte argentino está potenciado por la relación a la pobreza. En base a eso contruimos programas permanentes que tienen que ver con la inclusión educativa, acompañamiento familiar y desarrollo territorial. Primeramente accionamos en las familas con personas discapacitadas, personas mayores, y también con programas que se dedican al hallzeimer y otros tipos de demencia.
– ¿Cómo se desarollan las campañas?
Tenemos diversificación de ingresos gracias al aporte que nos dan los donantes. Algunos son individuos que hacen una donación mensual a través de su tarjeta de crédito o débito, empresas que apoyan proyectos o programas en particular, y también organismos internacionales. Tenemos una feria americana y solidaria que permite generar recursos para los programas de forma permanente, y la donación de ropa para este proyecto. Por último, la gran cena anual, que es uno de los eventos más importante de la zona. Este año cumplimos 20 años, así que además de la cena tendremos la inauguración de un bosque.
– ¿Querés contarnos sobre la inclusión educativa?
La educación es la herramienta principal junto con la movilidad social para la erradicación de la pobreza. Trabajamos el objetivo de acceso a educación para todos y todas. Nuestro programa “futuros egresados”, es un progrma de acompañamiento e inclusión educativa con la finalidad de que ningún joven abandone la escuela. El 50% de los niños viven en situación de pobreza, lo cual significa que están en riesgo constante de abandonar o de faltar mucho. Estos chicos no completan los estudios, y tenemos datos certeros que no completar el secundario perpetua el ciclo de la pobreza. El programa “Aprendiendo en casa hippie” busca acompañar a chicos de 2 a 4 años, y sus familias para poder cursar la primaria con éxito; lo hacemos en alianza con la AMIA, y fue creado hace 50 años en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Hay que acompañar no solamente a los hijos, sino a los padres como primeros educadores para generar un compromiso con la educación.
– ¿Y sobre los proyectos territoriales?
El consejo directivo decidió hace unos años no solamente trabajar con comunidades urbanas, sino también replicar los programas de zonas rurales y comunidades originarias en Valles. Así hoy estamos haciendo cosas en los Valles Calchaquies. Nos enfocamos en las becas, se apoya a las mujeres emprendedoras con un micro crédito para que puedan tener una inclusión financiera y también laboral. Por último, nos ocupamos en mejorar el acceso al agua, porque en esa zona hay sequías importantes, así que estamos buscando y recibiendo asesoramiento internacional para tener soluciones tecnológicas en cuanto al acceso de los recursos hídricos.
