Cada 23 de septiembre se celebra el Día Mundial del Perro Adoptado, una fecha que promueve la acogida responsable de mascotas, e invita a tomar conciencia sobre la importancia de darles una segunda oportunidad a los perros que están en refugios o en situación de abandono, brindándoles un hogar seguro. Las estadísticas indican que en grandes ciudades como Buenos Aires, Córdoba y Rosario, sería mayor el número de adopciones, ya que existen más refugios y organizaciones dedicadas al bienestar animal. Entre los mayores desafíos con los que se encuentran estas ONGs, destacan las campañas de esterilización y educación, que resultan cruciales en un contexto de sobrepoblación de animales en centros de recuperación.
Desde el refugio El Campito, un centro exclusivamente de perros, se trabaja a partir del rescate del animal, su recuperación y adopción, un circuito que promueve el amor y el seguimiento de cada uno de los perros que allí llegan. La ONG cuenta con el apoyo de colaboradores y amantes de los animales, a quienes se suman también, los voluntarios de la compañía Iké Asistencia Argentina, que dona insumos y medicamentos esenciales para facilitar la labor diaria del refugio.
“La colaboración entre Iké y El Campito comenzó en 2023. Desde entonces, hemos trabajado conjuntamente para mejorar la calidad de vida de los perros rescatados y apoyar en su proceso de recuperación y adopción”, explican los responsables del refugio. “Más de 20 colaboradores de Iké participan regularmente en las jornadas de voluntariado, en actividades que incluyen desparasitación, limpieza, alimentación, paseos, y socialización con los perros, aportando no solo su tiempo, sino también el cariño necesario para que los perros recuperen la confianza en los humanos”, aseguran. Además, Iké apoya a las familias adoptantes, con asesoramiento sobre los planes de salud para mascotas, garantizando que los perros adopten un estilo de vida saludable en su nuevo entorno. Para ello, es necesario poner el foco en una serie de cuidados, prácticas y controles anuales, que permiten prevenir o adelantarse a enfermedades. Entre ellos, destacan el exámen veterinario anual para un chequeo completo; control de pulgas y garrapatas; esterilización y/o castración; cuidado dental; una dieta equilibrada de acuerdo a la edad del animal; y ejercicio, manteniendo un control regular del peso.
Los planes de asistencia a mascotas buscan mejorar el acceso a servicios veterinarios y atención médica de calidad. Esto es parte del compromiso que la Iké tiene con el animal, ofreciendo soluciones a los dueños de mascotas para garantizar su salud y bienestar a largo plazo.
“Los argentinos somos los más mascoteros del mundo, pero si hablamos de prevención en salud animal, estamos en un proceso de aprendizaje. La detección temprana de patologías a través de análisis clínicos recurrentes, es central para mantener una calidad de vida saludable y su correlación con alargar la vida de nuestras mascotas”, explica Maximiliano D’ Elia, Gerente de Marketing de Iké. La compañía brinda su apoyo a iniciativas que tengan un impacto positivo en la sociedad y en el bienestar animal, reafirmando el compromiso con las comunidades y seres vivos más vulnerables.
El Campito en números
En los últimos 15 años, El Campito lleva rescatados más de 12 mil perros, muchos de los cuales fueron adoptados y encontraron una familia definitiva. Además, el refugio, que promueve activamente la adopción responsable, recibió más de 100 mil voluntarios y visitantes que han participado en sus actividades.
El centro, ubicado en Monte Grande, provincia de Buenos Aires, se encuentra abierto al público y organiza jornadas de voluntariado y adopción regularmente, junto con actividades que permiten a las personas conocer a los perros, involucrarse en la causa, y participar en su cuidado y bienestar.
Actualmente, más de 380 perros, conocidos como “camperitos”, viven en el refugio, esperando una oportunidad para ser adoptados de manera definitiva. Con ellos se trabaja en la recuperación del animal, su acogida, y posterior seguimiento, en coordinación con las familias adoptantes, para asegurarse de que se adapte bien a su nuevo hogar.
Historias destacadas: Cala y Rusty
A continuación, compartimos dos historias que reflejan el impacto del trabajo que realiza El Campito, y la importancia de la colaboración de entidades como Iké Asistencia Argentina.
Cala
Cala es una perrita que fue rescatada de la autopista Panamericana, donde fue atropellada por un automóvil. Su historia comienza cuando una familia, que había visto a Cala deambular por la mano rápida de la autopista, decidió detenerse para ayudarla. Minutos después, Cala fue atropellada, lo que le ocasionó múltiples fracturas. Al ingresar al refugio, además de su triple fractura, se descubrió que Cala padecía de Ehrlichia avanzada, una enfermedad grave que complicó su recuperación.
Gracias al cuidado y dedicación del equipo de El Campito, Cala ha superado su difícil situación y está actualmente en adopción, esperando encontrar una familia que le brinde el amor que merece. Para aquellos interesados en adoptar a Cala, pueden contactarse a través del correo: adoptantesdelcampito@gmail.com
Rusty
La historia de Rusty es un ejemplo de superación. Este perro llegó al refugio en condiciones críticas, al borde de la muerte. Sin embargo, gracias a los cuidados brindados por el equipo de El Campito, Rusty se recuperó tanto física como emocionalmente. Hoy es un perro alegre y lleno de vida, listo para ser adoptado por una familia que le ofrezca una segunda oportunidad.
Para aquellos interesados en adoptar a Cala y/o Rusty, pueden contactarse a través del correo: adoptantesdelcampito@gmail.com