POR SEBASTIÁN SAAVEDRA
A mediados de marzo, AMIA recibió una mención especial a la excelencia por su modelo de gestión como resultado del proceso de evaluación de la 28ª edición del Premio Nacional a la Calidad. Un logro inédito para la institución ya que se trata de la primera organización con fines sociales en ser merecedora de un reconocimiento de tal envergadura en la historia del certamen.
En Optimism, conversamos con Daniel Pomerantz, director ejecutivo de AMIA, quien nos contó los fines sociales y las principales acciones de la institución, y el orgullo de este reconocimiento.
– ¿Qué significa para ustedes la mención a la excelencia?
Este es un reconocimiento a la trayectoria institucional basada en la decisión de encarar un camino hacia la excelencia, buscar la mejora continua basada en las bases del premio. La AMIA ha incoroporado este modelo, y este reconocimiento nos llena de orgullo a las más de 340 personas que trabajamos para que esto ocurra. Pero lo más importante es que nos hace saber que estamos en el camino correcto; al mismo tiempo nos hace saber que el camino no termina, y es una mejora constante en un recorrido permanente.
-¿Cuáles son las principales acciones, para la comunidad judía, y para quienes no forman parte de la comunidad?
La AMIA es una organización que tiene 128 años y en este recorrido ha ido modificando y adaptandose a las distintas realidadas del pais. En su origen, fue creada por inmigrantes judios y si bien tiene como foco el desarrollo de la comunidad judia, hace muchisimos años también ejecuta programas para la sociedad, de diversa naturaleza. Podemos mencionar el servicio de empleo con sedes en todo el país y en la Ciudad de Buenos Aires, con miles y miles de beneficiarios, donde una inmensa mayoría no pertenece a la comunidad. Los ciclos de actividades culturales, que también son para toda la sociedad. En cuanto a programas sociales, hemos sido muy exitosos en la conformación de alianzas con organizaciones de la sociedad civil para la atención de colectivos vulnerables. En Tucumán hace 2 semanas se inauguró la edición de un progama de empoderamiento de padres y madres para el acompañamiento familiar, junto con la fundación León. Es un conjunto de iniciativas que pone en foco las mejoras de las condiciones de nuestro país.
– ¿Qué significa que tienen “la visión institucional de ser la mejor organización social de la Argentina”?
Transformarnos en la mejor organización social de Argentina es una visión, un ideal, un fin que uno reclama y seguro nunca alcanza. Pero esto significa apuntar de forma directa a la excelencia, pensar en los destinatarios de los diferentes programas, y que ellos esten satisfechos por las cosas que llevamos adelante para mejorar su vida. Buscamos un impacto independientemente de cuál es la misión especifica, buscamos una mejora, un aporte concreto.
– ¿Cómo es ser hoy en Argentina una organización social como AMIA?
Las organizaciones sociales tienen un abanico de posibilidades en nuestro país y en el mundo entero. Hay por temáticas, por derechos, de incidencia, y por mejoras de ciertos colectivos. Encontramos muchas tipologías, diferentes tamaños y caracterizaciones. Hoy en día y con una mirada de perspectiva, podemos decir que en el país hay un mundo de organizaciones civiles maduras, organizadas, consolidadas, y que han logrado afianzarse en redes que tienen una mirada del bien común. También hay que luchar con dificultades estructurales, de financiamiento, o con la adecuación tecnológica para brindar mejores condiciones o mayor impacto para la poblacion a la cual va destinada la tarea.
