Se conocieron en unas vacaciones y un año después él le propuso matrimonio.
La historia de Deborah y Saitoty Babu parece salida de una película de amor de Hollywood. Ella tiene 60 años, él 30 y pertenece a una tribu de África, ambos se enamoraron y ella dejó su vida en Estados Unidos para irse con él.
En 2017, Deborah viajó a Tanzania con su hija, Royce, de 30 años, para pasar unas vacaciones distintas, lejos del caos de la rutina estadounidense. Pero nunca se imaginó que ese sería el puntapié que la llevaría a conocer al amor de su vida, un hombre 30 años menor perteneciente a la tribu masái.
Al llegar al país africano, las estaba esperando Saitoty, quien les ofreció algunos ‘souvenirs’. Aunque ellas decidieron no aceptarlos, Deborah quedó fascinada con el hombre y le pidió sacarse una foto con él, ya que era la primera vez que veía a un integrante de una tribu africana.
La química entre ellos fue inmediata y a pesar de que ella se tuvo que volver a su país, intercambiaron números telefónicos y estuvieron en contacto durante un poco menos de un año. En diciembre de 2017, cuando Deborah volvió a Tanzania, Saitoty se le declaró y le propuso matrimonio, según informó el medio británico The Sun.
Ella, sin dudarlo, aceptó y se casaron en junio de 2018 con una tradicional ceremonia masái. Aunque, también tuvieron una boda legal a través del gobierno estadounidense. “Nunca esperé encontrar un esposo y casarme con alguien mucho más joven que yo, pero él es el hombre más amable y cariñoso”, aseguró Deborah Babu.
Tras ser consultada por cómo se lo tomaron sus amigos y familiares, Deborah destacó el apoyo incondicional que siempre le brindó su círculo más cercano. “Me dijeron que no debería preocuparme por la diferencia de edad, ya que había estado sola el tiempo suficiente y merecía ser feliz”, confesó.
Además, aseguró que el asunto de la edad siempre le pesó, pero fueron sus hijos, Tiffanu y Sherrick, quienes le insistieron para que se anime a “vivir su historia de amor”.
A pesar del gran trabajo que le costó a ella aceptar la diferencia de amor y centrarse únicamente en el amor que sienten el uno por el otro, Deborah confesó que recibió miles de críticas tras hacer legal y publico su relación. “La gente me pregunta si lo adopté o si soy su abuela”, detalló, pero aseguró que no les da importancia y solo “se centran en su felicidad, sin importar el qué dirán”.
“Me duele mucho ver comentarios mezquinos, pero ahora veo a otras personas con diferencias de edad y nos ayuda a ignorar lo que dice la gente. La edad es solo un número y no impide el amor y el cuidado que siento por mi mujer”, agregó Saitoty en la entrevista.
A su vez, destacaron que siguen viviendo en Tanzanía y son felices con la vida que pudieron construir juntos, con un ritmo muy distinto al que Deborah estuvo acostumbrada toda su vida. “Cocinamos al fuego y no tenemos agua corriente. Estamos construyendo una cabaña en este momento e incluso tenemos que construir nuestras propias escaleras”, precisó la esposa.
FUENTE TN