Con el objetivo de facilitar los viajes internacionales y evitar desvíos grandes o peligrosos, en todo el mundo se han realizado obras de infraestructura gigantescas. Un claro ejemplo son los túneles de las Islas Feroe, que tienen la única rotonda submarina del mundo.
Así es. Los trabajadores de este pequeño destino, ubicado en el extremo norte de Europa, diseñaron un enorme trazado vehicular debajo del agua, que tiene una rotonda en el centro para organizar la circulación.
Y, como si no bastara, este enorme círculo de piedra está decorado, al igual que los túneles, con obras de arte sorprendentes, realizadas por un artista local.
¿Cuándo se inauguró la única rotonda submarina del mundo?
La única rotonda submarina del mundo formó parte de un proyecto colosal en las Islas Feroe, que empezó en 2017 y culminó en 2020, con la inauguración del sistema de túneles llamado Eysturoy.
Este recorrido, que tiene un total de 11,2 kilómetros de longitud, está compuesto por una moderna ruta, que avanza por debajo del agua, entre paredes rocosas y muy iluminadas.
De esta manera, los conductores no solo han podido viajar por las Islas Feroe con mayor tranquilidad, sino también han reducido los tiempos de traslado en gran medida.
Y, aunque estos eran los únicos objetivos del sistema de túneles, con el correr del tiempo se ha convertido en un punto turístico, que todos los viajeros desean conocer y atravesar sobre ruedas.
¿Los motivos? Por un lado, las obras del artista local Tróndur, que colocó un proyector de luces en el tramo principal de la vía, que combinan con un mural de 80 metros (en homenaje a las danzas de la región) y el diseño de la rotonda.
Puntualmente, la única rotonda submarina del planeta resalta por las distintas tonalidades que adquiere su estructura, gracias a las luces instaladas, y su aspecto de “medusa”, flotando en el océano Atlántico.
¿Cómo se puede visitar este atractivo turístico de las Islas Feroe?
Quienes sueñan con visitar la única rotonda submarina del mundo y los paisajes que la acompañan, deberán llegar a las remotas Islas Feroe, alquilar un vehículo y conducir hacia el sistema de túneles que une la isla Skálafjørður con Tórshav.
Acto seguido, tendrán que circular bajo el agua por la calzada, que nunca supera el 5% de inclinación, respetando cada norma de tránsito establecida.
Es decir, además de no superar la velocidad máxima, los turistas deben pagar un costoso peaje, que tiene un valor de 75 coronas feroesas (moneda local), que equivale a 11 dólares.
FUENTE BILLIKEN