Tiziano tiene 14 años y derrama un amor constante. Idolatra a su papá y a su mamá, y a cada momento les hace saber cuánto los quiere. Desde el embarazo, Fernanda supo que su hijo nacería con Síndrome de Down y junto a su esposo, Adrián, de inmediato se nutrieron de todo lo disponible en aquella época para asegurarle un presente y un futuro con las mejores oportunidades. En los últimos meses, el nombre del adolescente resonó en todos las redes sociales tras la viralización de un video en el que se lo vio hacer los mandados por primera vez sin compañía de sus padres. Aquel hito en su vida marcó un antes y un después en su vínculo con la sociedad virtual, que en la actualidad no para de crecer y brindarle cariño.
Hace relativamente poco tiempo que Tiziano comenzó en el mundo de TikTok, luego de que su madre, sin un fin en especial, grabó las prácticas de su hijo en Taekwondo durante la pandemia. Con el paso del tiempo, se volvió un “boom” que alcanzó el ascenso ininterrumpido tras la viralización de sus videos, en especial el que sus padres le encargaron comprar aceitunas. “No las necesitaba”, confió Adrián, que admitió que fue una excusa para animar al joven a comprar sin ayuda.
Todo inició cuando la familia se mudó de Lanús Este a Patricios, un pueblo perteneciente al partido de 9 de Julio. Un lugar ideal para que Tizi pudiera llevar a cabo una vida más tranquila, segura y en donde todo este tipo de estimulaciones brindadas por sus padres, se pudieran hacer realidad. “Allá no podía ir solo a la escuela, no podía ir a comprar. Era muy inseguro”, señaló Fernanda acerca de su antiguo sito de residencia.
“Empezamos primero con el tema de ir y venir solo de la escuela y después dijimos: ‘Vamos por más’. Fue por eso que lo mandamos a comprar. Se anotó en un papelito lo que tenía que traer como se ve en el video, pero no pude grabar la llegada porque me ganó. Venía muy contento y no llegué”, contó Fernanda acerca del clip que en pocas horas sumó más de seis millones de reproducciones.
“Bueno, la verdad que estaba recontra feliz Tiziano. Es más, de hecho nos sigue pidiendo ir a comprar”, sostuvo la madre, al tiempo que destacó que de camino a su casa, escuchó a su hijo decir con alegría: “Compré solo”. En tanto, Adrián reveló que al momento en que llegó al domicilio, lo envió a comprar queso. No por necesidad, sino por la emoción que tenía encima.
“No nos imaginamos la repercusión, como cada tanto subo… claro, pero se comunicaron conmigo por privado muchos papás y mamás hablando también de que tienen un hijo o una hija con una discapacidad, y que bueno, que estos videos les daban pie para poder trabajar con ellos y tratar de hacer lo mismo”, indicó Fernanda. “Sin darnos cuenta, generó una empatía. Nosotros no somos terapeutas, pero en lo que pudimos aprender en este tiempo de Tiziano, si se lo podemos compartir a alguien, bienvenido sea”.
La revolución de Tiziano en 9 de Julio y el exterior
A medida que los videos de Tizi se convirtieron en virales y su historia traspasó las fronteras, que, según contó Adrián, hoy en día le escriben desde España, Venezuela, Italia y demás países, con la intención de conocer de su hijo y aprender sus técnicas y así adaptarlas a sus propios niños.
“Movilizamos a 9 de julio. El otro día, cuando caminábamos con Tizi por la calle vestido de Taekwondo, una señora nos paró y nos dijo: ‘Uy, lo puedo conocer personalmente’. Hoy lo conocen en la zona. Nos escriben desde Bragado, Chivilcoy, La Plata, de la Costa. De todos lados”, contó Adrián.
La pasión de Tiziano por el Taekwondo
Desde los siete años que el protagonista de esta historia comenzó con sus clases de Taekwondo, un deporte que según él reveló a LA NACIÓN, le encanta por sus “formas” y las técnicas que lleva a cabo. Si bien Adrián aclaró que no compite de manera literal, “hace punce, que sería una lucha imaginaria”. “Es muy reconocido dentro del ambiente”, remarcó con orgullo, a la vez que recordó el próximo torneo en el que su hijo estará presente el 8, 9 y 10 de septiembre en Tecnópolis. “Es un torneo internacional, es el segundo que participa. Es un G1 y Tizi es cinturón rojo y está a un paso del negro”.
Además, comentó que uno de los sueños compartidos sería que Tizi compitiera en los paralímpicos, pero que de momento no está reconocida esta disciplina en la competencia. Sin embargo, tanto sus padres como su hijo, no se dan por vencidos. De cara al futuro, “la idea sería que sea maestro y de clases a chicos con discapacidad”, resaltó Adrián.
Tizi, una vida donde el techo lo pone él
“A Tiziano siempre lo incentivamos para que sea independiente”, contó su mamá. “Siempre lo mandamos a un colegio común. Si bien tiene una integración, no tiene acompañante externo. No tiene techo. Si tiene un límite, no se lo ponemos, nosotros lo que le exigimos entre comillas, es porque sabemos que puede llegar a dar más el día de mañana. Él nos dará señales de hasta acá llegué, claro, entonces llegado el momento, veremos otras herramientas, pero por el momento él aprende muy bien, está feliz. Es muy lindo lo que le está pasando”, dijo Fernanda.
Adrián está retirado, fue gráfico durante la última etapa de su edad activa, al tiempo que Fernanda se dedicó a la crianza de Tizi. Los dos conformaron una familia ensamblada y su hijo también tiene otros hermanos, pero el objetivo es que pueda “independizarse” y realizar todo lo que pueda por sí mismo.
Tiziano reconoció que lo que más le gusta de ser influencer son los mensajes de la gente, que ganó “amigos y fans” y mirando hacia el futuro, le gustaría tener su propio canal de YouTube.
“La gente nos comenta por qué en ciertas cosas no le ayudamos a que sea más fácil todo. ¿Por qué le vamos a facilitar las cosas si la vida no te facilita nada?”, insistió Fernanda, al tiempo que Adrián reflexionó: “En la vida hay que conocer todo. Que después le des los escalones para poder ir subiendo y armándole la escalera es otra cosa. Claro, la base es lo importante, el cimiento es lo importante, porque en una casa vos sabés que si lo tenés mal, la casa se te va a rajar toda”.
FUENTE LA NACION