Ejercen en las estaciones Nueva Chicago y Villa Lugano. Ambas son arquitectas y están en el cuerpo de bomberos hace 23 años. “Todavía existe algo de machismo en el ambiente, pero veo en mi hijo de 25 que el pensamiento de las nuevas generaciones es totalmente distinto”, dijo una de ellas.
Claudia Messina tenía 27 años cuando entró a la escuela de bomberos de la Ciudad. Se había recibido de arquitecta -porque no era opción en su familia que no siguiera una carrera universitaria-, pero siempre supo que quería formar parte de alguna fuerza de seguridad. De adolescente, había formado parte del Club de Leones por su vocación de ayudar y fue cuando se mudó cerca de un cuartel que descubrió que era eso a lo que quería dedicarse.
Claudia Baremboim acababa de divorciarse, tenía un hijo de dos años y necesitaba un cambio en su vida. También arquitecta -y con un padre policía que no quería que ninguna de sus hijas siguiera sus pasos-, cuando supo que en el escalafón bomberos pedían arquitectos entendió que ese era el rumbo que debía seguir.
Por su formación universitaria, la carrera de bomberos les llevó un año en lugar de los tres que le insume a una persona sin estudios de grado. Entraron al cuerpo de bomberos, primero, en áreas administrativas, técnicas, de pericia, de prevención.
“Cuando ocurrió el incendio de Cromañón, eran muchas las homologaciones y condiciones que debían cumplirse para las instalaciones y, para saber de leyes y no estar dudando con cada cosa que tenía que hacer, estudié Derecho”, contó Messina a Infobae sobre cómo obtuvo su tercer título -el de abogada- para hacer mejor su trabajo de bombera.
“Cuando me presenté a la escuela de cadetes tenía un hijo de dos años; me preparé para dar el examen y me fue bien e ingresé -recordó Baremboim-. Estuve 20 años en la oficina, cada vez empezaron a entrar más mujeres, ascendí a subcomisario y empecé a hacer guardias”. La mujer se postuló para ascender de subcomandante a comandante y, al igual que su compañera, lograron en febrero pasado ser las primeras jefas de estaciones, “algo que era impensado” según ellas.
Sobre por qué cree que de los diez cuarteles más los 15 destacamentos que hay en la Ciudad ellas son las primeras jefas, Messina consideró que, a diferencia de lo que pasa en la policía, donde la primera mujer que llegó a ser comisario lo hizo hace 20 años, “la carrera de bombero tiene menos mujeres porque es muy dura desde lo físico, es muy difícil para un personal femenino”. “Para que te des una idea, el equipo de incendio pesa mucho, la manguera puede llegar a los 10 kilos, el equipo respiratorio suma otros tres y en caso de incendio hay que subir con todo eso por escalera, por lo que el estado físico que se requiere es muy exigente”.
De los 110 bomberos que Messina tiene a cargo en la estación VIII Nueva Chicago, solo 20 son mujeres. En la X Villa Lugano, Baremboim cuenta con una dotación de 87 bomberos, entre los que se contabilizan nada más que 15 mujeres.
“En una oportunidad, yo estaba como jefa de un operativo, en un incendio muy grande que habían venido a cubrir los medios de comunicación -mencionó Messina-. Yo le había dicho al periodista cuál era mi cargo, pero cuando me habla el conductor que estaba en el piso me presentó como ‘la vocera de bomberos’. Me dio risa que automáticamente te bajan de nivel; es como que les cuesta asimilarte como jefe de un rubro tan masculino”.
A su turno, Baremboim consideró que “el machismo todavía existe y va a tardar una o dos generaciones más en erradicarse”. “Me ha pasado estar en reuniones con 40 hombres y escuchar comentarios del tipo ‘las mujeres también piensan’ -evocó-. Por suerte, veo que mi hijo de 25 es totalmente distinto en su pensamiento y los bomberos que se reciben tienen más o menos esa edad, así que tengo fe de que pronto cambien esas cosas”.
Tras haber sido mamá a los 14 años, Miriam aseguró que su principal apoyo siempre fue su familia y, años después, sus compañeros de trabajo que transitan con ella cada día.
“Les diría a todas las mujeres que tienen dudas o miedos que se animen, que le den para adelante que con esfuerzo todo se consigue”, concluyó.