Felipe Rodríguez tiene 11 años y un futuro prometedor según las palabras de su padre. Para muchos en Córdoba, es una gran promesa de la gimnasia artística.
El próximo 26 de agosto viajará junto a su entrenador Federico y su papá, Gonzalo Rodríguez, desde Córdoba a Bariloche para participar del Campeonato Sudamericano de Gimnasia Artística en la categoría infantil y sueña con convertirse en el campeón de los Juegos Olímpicos. Es un orgullo para el club que lo crió, el Gimnasio Olímpico Argentino de Córdoba, ya que es el primer cordobés en competir en dicha categoría en un Sudamericano desde 1993.
“Aquel sueño nació en 2018, cuando viajamos a Buenos Aires y él quedó fascinado con todo lo que hacían los chicos en los Juegos Olímpicos de la Juventud”, contó Gonzalo, el papá de Felipe, en diálogo con TN.
Esta no es la primera vez que participa de un campeonato, ya que el año pasado viajó a Ecuador, también acompañado de su papá y su entrenador. Aunque, los resultados lo desilusionaron, no dejó que eso lo desanimara. “Es un chico que cuando quiere algo no para hasta conseguirlo”, aseguró Gonzalo.
Según le contó su papá a TN, la pasión de Felipe nació de una forma muy particular y a muy temprana edad. Él siempre practicó rugby, al igual que el resto de sus hijos, pero Felipe vio algo interesante en las “volteretas”.
Cuando Feli tenía 4 años su familia compró una cama elástica e inmediatamente, al tercer salto, el nene empezó a hacer mortales. “Probamos con llevarlo a gimnasia artística porque no paraba de hacer piruetas”, dijo Gonzalo.
“Era realmente impresionante verlo hacer eso. Durante la pandemia le armé en casa un gimnasio con colchonetas, barras, todo para que pueda seguir entrenando. Es un nene muy hiperactivo y esta es su forma de canalizarla. Ahí es donde él está más cómodo, donde se halla”, asegura el papá.
“Tiene una voluntad y determinación increíble”
Su padre y su entrenador concuerdan en algo fundamental que hace que Felipe alcance sus objetivos: la determinación. “Él insiste, busca la forma y la encuentra. Quería un caballo con arcos, que sale como un millón de pesos. Imposible. Entonces, buscó y buscó un año hasta que lo encontró en Mercado Libre, uno que salía 10 mil pesos”, explicó su papá.
Aunque, tanto Gonzalo como Federico aseguran que el futuro profesional del pequeño cordobés es enorme y gracias a su forma de ser puede lograr lo que se proponga, ambos se pusieron de acuerdo y le recalcan que “lo más importante es divertirse, hacer amigos en el proceso y disfrutar de lo que hace”.
“Yo no quiero que tenga la presión de ganar tal o cual cosa, esos objetivos se los pone él solo y se autoexige, pero con Fede siempre le decimos que lo más importante es que lo disfrute”, concluyó orgulloso de la pequeña gran promesa de la gimnasia artística argentina.
FUENTE TN