En el corazón de la península de Istria, en Croacia, se ubica Hum, reconocida como la ciudad más pequeña a nivel global con tan solo unos 30 habitantes, extendiéndose a lo largo de 100 metros de longitud. Este asentamiento destaca por sus dimensiones notablemente reducidas sino también por su riqueza histórica y cultural, enmarcado dentro de un paisaje que apenas ocupa menos de 40 metros de ancho.
Hum se caracteriza por ser un enclave medieval que ha sabido conservar su estructura compuesta por cuatro calles y tres hileras de casas, construida a partir del siglo XI. La historia sugiere que este poblado surgió de manera accidental, cuando los gigantes -según cuenta una leyenda- utilizaron rocas para darle vida a esta micro ciudad. A lo largo de los siglos ha mantenido su carácter defensivo con murallas y una torre de vigilancia.
Cómo llegar
Para los aventureros que buscan explorar destinos encantadores fuera de los caminos trillados, hay un lugar magnífico que espera ser descubierto a partir de un viaje que comienza en Zagreb. Para llegar a esta joya escondida, los visitantes tienen algunas opciones de transporte: pueden optar por un trayecto en auto, que dura aproximadamente 2 horas y 30 minutos, o bien, decidirse por alternativas como el autobús o el tren, los cuales hacen el recorrido en cerca de seis horas desde la capital.
Con respecto a las joyas patrimoniales de Hum se encuentran la iglesia barroca de la Asunción de la Virgen María, la iglesia románica de San Jerónimo y una imponente torre de reloj.
Además, el poblado es conocido por el biska: un licor compuesto por una receta ancestral atribuida a los celtas, que les entregan a los turistas para que lo prueben. Este pueblo es la cuna de este licor, que provoca que muchas personas quieran visitar para experimentarlo.
Por otro lado, los turistas pueden explorar los monumentos de piedra dedicados a la escritura glagolítica, la más antigua de los alfabetos, que se extiende hasta Roc, otro pueblo de Croacia, resaltando el importante legado cultural de Hum con escrituras del siglo IX.
La ciudad croata es reconocida no solo por su infraestructura sino también por su rica oferta cultural y gastronómica. Dentro de sus atractivos se encuentra un hotel nombrado en honor al primer rey de Croacia, Tomislav, y una taberna donde se sirve una excepcional tintura de hierbas. Esto, que sigue una receta ancestral celta enriquecida con muérdago, se ha convertido en un emblema de la localidad, atrayendo a amantes de la gastronomía y la historia por igual. Además, los visitantes pueden encontrar una tienda y un cementerio, añadiendo un toque de solemnidad y tradición al entorno.
Más allá de sus limites urbanos, alberga una “estación de tren”, denominada “Hum u Istri”, facilitando la conexión con otras partes de la región y convirtiéndose en un punto de acceso para quienes desean explorar la belleza y el encanto de esta peculiar ciudad. Aunque pequeña, Hum encapsula la esencia de la hospitalidad y la riqueza cultural de Croacia, ofreciendo una experiencia singular a todos los que la visitan..
Pese a su reducida extensión, Hum se presenta como un destino turístico capaz de capturar la imaginación de sus visitantes, ofreciéndoles un viaje en el tiempo con sus bien conservadas estructuras y entorno histórico.
El único restaurante de Hum
En este pueblo solo se encuentra, Konoba Hum, que ofrece una experiencia culinaria única basada en la tradición de Istria. Este restaurante, se inauguró 1976 y cuenta con un menú variado, que provoca experimentar la comida típica de este pueblo. No se encuentra otro en todo el pueblo, un dato totalmente atípico.
Brinda a sus comensales la oportunidad de degustar auténticos platos istrianos, como pasta casera, trufas, setas, espárragos, sopas y guisos caseros. Además en cuanto a la bebida se puede disgustar vinos representativos del lugar, como es el caso del famoso Biska.
Fuente: Infobae