La publicación que creó Ana Clara Fernández nació en 2004 producto de un estudio profundo sobre el sistema braille. En 2020, por la pandemia se dejó de editar, pero espera volver pronto al ruedo.
“Colores” es la única revista de Argentina cuyo contenido está impreso totalmente en sistema braille. Nació en el 2004, producto de un estudio profundo que Ana Clara Fernández, su fundadora, realizó sobre el sistema braille para recibirse de periodista y que luego continuó cuando se recibió de licenciada en Comunicación Social, en el Colegio Universitario de Periodismo.
Después de diez años sin conseguir sponsors, con los ahorros de su hermano y la ayuda de otra persona logró lanzar la primera edición. Se trata de una publicación gratuita, realizada en Córdoba, y que podían recibir todas las personas con discapacidad visual de Argentina y del mundo.
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- En 2020, por la pandemia, la dejaron de editar y para volverla a sacar necesitan de empresas comprometidas que los acompañen y así llevar esta revista tan esperada por toda una comunidad de personas ciegas. Por lo pronto, publicaron un suplemento en tinta y braille que se llama “Colores News”, que también es distribuida en distintos espacios de Córdoba.
- La entrega se hace por suscripción solicitándola al mail anaclarafernandez@yahoo.com o la pueden encontrar en distintos lugares de interés cultural.
- Para su proceso de impresión, la revista cuenta con sus propias impresoras braille, instaladas en Córdoba, y del contenido se encarga la misma Ana Clara, mientras que la edición la lleva a cabo Laura Aramburu.
- Sobre el braille, Ana Clara, asegura que le genera mucho amor, empatía y lealtad. “Es el sistema más maravilloso creado por el magnífico Louis Braille, no hay sistema que lo suplante, es el acceso a la información de personas con discapacidad visual y es ver más allá de los ojos”, define. “Es tan importante para las personas con discapacidad visual como la tinta para los que la vemos, porque puede haber otros elementos que acompañen como los audios o algunas herramientas tecnológicas, pero nada suplanta o reemplaza al sistema braille”, opinó.
- Con mucha emoción Ana Clara, cuenta que tuvo la suerte de visitar la casa de Louis Braille en Francia y ver sus herramientas de trabajo, estar en el lugar donde se accidentó y donde descansaba; y fue en ese mismo sitio donde sintió que realmente estaba su camino. “El braille es un sistema maravilloso y todo debería estar impreso en sistema braille, las paradas de colectivo, las cartas de los restaurantes, las heladerías de disponer de una carta con los sabores en braille, un taxi o un remis debería tener el número de chapa, el nombre de quien maneja un teléfono de contacto en braille”, opinó.
