POR FERNANDA DI BENEDETTO
Si hablamos de inclusión, el deporte es una gran herramienta para reunir personas, ya sea de diferentes nacionalidades, diferentes etnias, edades, orientaciones sexuales o, en este caso, capacidades.
La inclusión de personas con diferentes capacidades en el deporte no es una novedad, ya que lo vemos desde 1960 en los Juegos Paralímpicos, que reúne en diferentes disciplinas capacidades de todo tipo sin ningún tipo de limitaciones. Referentes argentinos cómo el corredor Hernán Barreto, o el nadador Fernando “Pipo” Carlomagno quienes, con parálisis cerebral, lograron llevarse numerosas medallas tanto en los Paralímpicos como en los Panamericanos.
En Argentina, la inclusión deportiva está muy desarrollada, contando con el Programa Nacional de Deporte e Inclusión Social cuyo objetivo es ampliar el acceso a la práctica deportiva y recreativa como espacio de encuentro y fortalecimiento individual y colectivo.
Desde el 2017, Carrera Diferente representa un refuerzo a estas iniciativas para incentivar a personas con capacidades diferentes a que corran. “La idea de Carrera Diferente surgió a partir de la propuesta del papá de un nene con discapacidad, que vio la oportunidad de juntar voluntades y lograr así, darle a los chicos y sus familias un lugar donde poder demostrar sus fortalezas”, cuenta Vanina, integrante del grupo que lleva a cabo las carreras junto con otras 7 personas.
En lo que compete al plano profesional, por ejemplo, en los Juegos Paralímpicos compiten personas con discapacidades físicas o visuales, lo que demuestra que cualquiera puede darle una chance al running. Sobre esto, Vanina comenta que “El proceso fue descubrir que los chicos con discapacidad y su familia necesitan un espacio donde se den cuenta que pueden romper sus límites”, alegando que utilizan al deporte como herramienta tanto de canalización como de desarrollo.
Individualizando cada caso como un logro único y especial, Carrera Diferente no sólo se enfoca en lograr una unión y un espacio de empatía y entendimiento para con el otro, sino que también busca que cada chico y chica se supere y sienta que no tiene límites. A través de convocatorias vía Facebook e Instagram, el equipo de esta organización considera que es importante que todos se involucren, más allá de si tienen una discapacidad o si son familiares de alguien con una discapacidad.
Sin estar aliados con otras organizaciones, Carrera Diferente pone toda su confianza en los sponsors. Sin embargo, existen otras iniciativas similares como Carrera Verde que les cede el lugar y el tiempo junto a su carrera, y los Payamédicos que brindan espectáculos para todas las familias.
También cabe destacar la participación de los alumnos de medicina en la carrera del 2019 realizada en Puerto Madero, en la que alumnos y alumnas de la materia Formación Integral en Salud de tercer año organizaron juegos y acompañaron a los participantes de la
“Cada edición de Carrera Diferente, nos deja con ganas de más, con el corazón lleno de amor y orgullo. Sabemos y entendemos la importancia de incluir a todos los chicos en actividades que les demuestre a ellos mismos que, con responsabilidad, amor y voluntad, se puede”, concluyó Vanina.
