POR SEBASTIÁN SAAVEDRA
Caio Varela es parte y uno de los fundadores de Ciervos Pampas, un equipo de rugby que pelea contra la xenofobia, el racismo, y defiende los derechos de las personas LGTBI. Hace nueve años vive en Argentina, está enamorado de Buenos Aires, y es uno de los directivos del club. Sumate a esta interesante historia que Ciao tiene para Optimism.
-¿Cómo surge la idea de formar “Ciervos Pampas”?
Los Ciervos Pampas nace como un espacio de contención y de cero discriminación. Estamos ahí porque queremos y buscamos construir un espacio libre de discriminación y violencia. También tenemos la meta de lograr un empoderamiento de personas LGTBI. En cuanto a lo deportivo, hay un crecimiento importante, todo construido a pulmón, con mucho esfuerzo, pero logrando resultados muy exitosos en todo lo que venimos emprendiendo.
Ciervos Pampas nace en el año 2012 como un grupo de personas con el anhelo de convertirse en jugadores de rugby. Excluidos de clubs y organizaciones deportivas por su identidad u orientación sexual.
-¿Qué mejorías viste en torno al crecimiento del equipo y la mirada ajena?
La mirada ajena hay de todo la verdad. Por suerte tenemos una cantidad importante de seguidores en las redes sociales, y en los espacios deportivos que tienen que ver con lo social somos muy reconocidos. La semana pasada estuve en el Chaco en el primer “Congreso general sobre deporte y diversidad”. En ese y otros importantes espacios somos invitados a contar la historia, las metodologías, y las técnicas que hemos construido a lo largo de estos años.
-¿Cuáles son los proyectos que están trabajando actualmente?
Como todo espacio social sin fines de lucro estamos retomando de a poco, ya saliendo de la parte más intensa de la pandemia. Y hoy eso implica un montón de atención. Tenemos un proyecto que se llama “Tackleando la LGBTIfobia”, que suma un conjunto de profesionales de trabajo social, psicología y nutricion, además de lo deportivo, que hacen un acompañamiento interdisciplinario de nuestros compañeros. Eso significa trabajar con ellos el derecho al trabajo, educación, y salud.
-¿Tuvieron algunos “problemas” por pensamientos retrogrados?
La homofobia, y por ende la discriminación y violencia, va más allá de los pensamientos retrogrados. El que discrimina se pone en un lugar de privilegio, y fomenta la desigualdad, eso me preocupa más que su simple manera de pensar. Desde ese lugar hemos pasado por discriminación, chistes, o posturas fóbicas. Pero sabíamos, y sabemos, que ibamos a pasar por eso. Y justamente por eso existimos: para resitir y transformar nuestro deporte.
