Una acción para hacer más amigable al medio ambiente es la creación en casa de las “botellas de amor”. Se trata de botellas con residuos plásticos introducidos en su interior, que, de otra manera, resultan complejos de recuperar. Estos plásticos, además de que se usan una sola vez y se descartan (como los paquetes y envoltorios, entre otros), tienen la particularidad que, en muchos casos, no pueden ser reciclados por la industria, ya sea por su tamaño o material. Con las botellas se produce madera plástica, que se utiliza para la construcción de bancos, mesas, composteras, juegos infantiles y cestos, entre otros productos.
“Seguimos ampliando los materiales que se reciben en los Puntos Verdes para generar conciencia sobre lo que pensamos que es basura, pero que, en realidad, es materia prima. Armando botellas de amor los vecinos son protagonistas del proceso circular de los residuos”, expresó Clara Muzzio, ministra de Espacio Público e Higiene Urbana.
Además “Botellas de Amor” es el nombre del programa que lleva adelante la Fundación Regenerar para incentivar el aprovechamiento del plástico, cuando no se puede evitar su consumo. El objetivo principal de esta iniciativa entre el ministerio y la fundación es recuperar y reciclar todos esos plásticos que todavía consumimos, pero que tienen la capacidad de transformarse.