Lourdes Portillo es bailarina de folclore, cuando estaba en la panza de su mamá, a los 7 meses, los médicos le dijeron que tenía mielomeningocele y que probablemente muriera en el parto. Sin embargo, hoy 21 años después es una excelente bailarina de folclore en silla de ruedas, que participó este año del Festival de Jesús María y de Cosquín, además de que viaja por el país haciendo esto que tanto le apasiona.
La cordobesa, que vive en barrio Comercial, será protagonista de la temporada 6 del espacio Me Gusta lo que Hago, con Guillermo Hemmerling.
En este 2024, en el Festival de Doma y Folclore, compartió una danza durante la presentación de Pitín Salazar, demostrando que la silla no es un impedimento para bailar al ritmo de un gato, una zamba, una chacarera o un escondido.
Lourdes baila desde los 8 años, y su objetivo siempre fue bailar a la par de sus compañeros las coreografías. A lo largo de este tiempo lo pudo lograr y ahora sueña con hacer el profesorado de danza en la Ciudad de las Artes.
En diálogo con Diversidad, Lourdes contó que todo comenzó hace 13 años, cuando apenas tenía 8 y fue a ver un ensayo de folclore. “Veía como ensayaban niños de mi edad, y un día sin esperase se me acerca el profesor y me pregunta si quería bailar y yo lo miré decepcionada y le dije ‘no puedo, estoy en una silla de ruedas’, pero para él nada era imposible, me llevó para dónde estaban todos sus alumnos y me puso a bailar”, recordó.
Ante la duda de Lourdes de qué hacer, el profesor le dijo que hiciera lo que sentía y desde ese entonces su vida tuvo otro rumbo y sentido.
“Había encontrado mi lugar en el mundo, al principio me costó, fue bastante duro, pero en el transcurso de los años tuve miles de caídas y desánimo, pero nada era un impedimento para seguir intentándolo una vez más”, señaló.
Lourdes reconoce que todo le costó el doble que a sus compañeras de baile, pero siguió luchando por lograr su objetivo que era bailar al par de los otros.
“Mis compañeros y profesor nunca me dejaron vencer y estuvieron en cada proceso de superación, hasta poder lograr lo que hoy en día hago y cumplir el sueño de aquella niña de apenas 8 añitos y demostrarme a mi misma que los sueños se cumplen, si trabajas y luchas por conseguirlos”, relató.
Desde su lugar como bailarina Lourdes abrió el juego y visibilizó las posibilidades para alguien en su condición. Antes era la única con discapacidad motriz en el grupo y hoy desde hace un mes, una nena con su misma condición se le acercó y le dijo que le gustaría bailar.
“Le comenté a mi profesor y él me dijo que encantado la iba a recibir, pero con la condición que yo también la ayude, entonces me convertí en su profesora ayudante”, dice con orgullo Lourdes.
Lourdes forma parte de la academia Forestal de la Danza, que está ubicada en barrio Villa El Libertador, en la zona sur de la ciudad. A la academia van niños, jóvenes y adultos mayores. El profesor con visión es Juan José Rodríguez, y para Lourdes es la persona “más importante”, en hacer que todo sea posible.
Fuente: Cadena 3
