Con apenas 20 años, Tomás Machuca fundó Fenikks, una empresa y club de fútbol dedicado a alejar a los chicos de las drogas.
La pasión por el fútbol la viven millones de seres humanos en el mundo, pero la disciplina que requiere el deporte es una virtud que pocos logran desarrollar para lograr un cambio en la sociedad.
Tomás Machuca es de esos pocos. Con tan solo 20 años, fundó un club de fútbol y fabrica canilleras con plástico reciclado. Tiene la dicha de ser de la tierra de Lionel Messi, creció en La Sexta, un barrio humilde, pero tuvo la visión desde chico de querer transformar su comunidad. Y lo está logrando.
Además, contó cómo nació su idea. En 2016, siendo un adolescente, practicaba fútbol. Tenía unas canilleras nuevas que se rompieron al chocar con un compañero. No podía comprar otras, así que cortó un balde de pintura con una sierra y usó un secador de pelo de su abuela para moldear sus nuevas canilleras. “Todos me preguntaban dónde las había comprado porque eran muy buenas”, recordó, pero no les dijo la verdad por vergüenza.
Machuca tenía conocimientos de carpintería, pero nadie le había enseñado a fabricar estos protectores. Se trató de un momento de “creatividad para resolver una necesidad”, resaltó.
Fue así como comenzó a fabricar canilleras con tubos de pvc reciclados de obras de construcción, pero el proceso requería mayor tiempo de producción, hasta que descubrió que podía usar el plástico de las tapitas y la idea creció. Actualmente, alrededor de 50 clubes en Santa Fe, Buenos Aires y Mendoza colaboran como puntos de recolección para el material de las canilleras y hasta mejoraron el sistema de fabricación.
El proyecto se industrializó a finales del 2021 gracias a la alianza con la compañía ecológica Ecolif y se convirtió en Fenikks.com. Su producción es de 30.000 canilleras por mes. Sin embargo, este solo era el primer paso: por cada par de canilleras vendidas, Fenikks dona un par a los chicos de los clubes asociados y en su comunidad.
También en el 2021, Tomás creó la Fundación Fenikks, un club con equipos de sub 13, sub 15 y sub 17, así como un equipo femenino. “Usamos como imán el deporte. Sigo viviendo en el barrio en que nací para inspirar a la regeneración futura”, destacó el joven rosarino. Este nuevo objetivo surgió cuando recolectaba balones y botines desgastados para reemplazarlos y vio todo el potencial que había en las canchas. El primer torneo en el que participaron 50 chicos de su club se celebró este año, en la Asociación Rosarina de Fútbol de Salón.
Machuca ya no juega, solo se dedica a su empresa y es profesor en el club; sueña con inspirar a los chicos y alejarlos de las drogas. “Esto te conecta con un propósito para emprender con impacto. Me inspiró el deseo de aprender constantemente”, subrayó.
Por supuesto, Messi es su ejemplo, su jugador favorito. “Dejó la vara bastante alta; todos quieren ser él”, aseguró. Para Tomás, “sería un sueño” cumplido que el 10 tuviese una de sus canilleras. “Trabajamos con ese deseo en paralelo, pero nos enfocamos más en impactar en las comunidades”, reconoció.
Por ahora, Tomás y su equipo se enfocan en el posicionamiento de su marca y en nuevas estrategias de marketing con influencers. Sus canilleras ya se han dado a conocer entre jugadores profesionales como Santiago Simón, Lautaro Blanco, Francisco González o Tomás Lecanda, lo que ha sido “un honor” para él.
Las canilleras de hockey y los botines de fútbol son el próximo escalón. Tomás y su equipo están en la etapa de investigación, están estudiando el mercado para fabricar artículos de calidad. Sus canilleras se pueden adquirir en su página web Fenikks.com y valen $3.475.
FUENTE: TN