Una situación atípica en un gimnasio de básquet, pero que refleja a la perfección el doble esfuerzo de las jugadoras madres, que deben atender sin excusas sus prioridades. Esta vez, lo sucedido en el Templo del Rock demostró que es difícil combinar la pasión por el deporte de alto nivel con la crianza de un hijo. Pero no imposible. Algo que llama la atención, pero en fin, cotidiano para aquellas personas que conviven con ambas responsabilidades y hacen de ello su propio estilo de vida.
Ni bien terminó la primera mitad del partido entre Tomás de Rocamora y Vélez por la Liga Femenina de Básquet, Antonella González no encaró para la charla técnica junto a sus compañeras sino que se quedó en el banco de suplentes para darle de comer a su hija Mady. La imagen se viralizó rápidamente a través de las redes sociales y obtuvo el reconocimiento por parte de muchos usuarios, entre ellos, el de la Confederación Argentina de Básquet (CABB): “Una imagen que resume la pasión por el básquet y por ser madre, y el sacrificio que ellas hacen“.
La jugadora de Las Rojas, ausente durante el año pasado por el embarazo, volvió esta temporada a las canchas y de la mejor manera. Aportó con ocho puntos, dos rebotes y una asistencia para la victoria de su equipo por 61-44 ante el Fortín (le quitó el invicto), que cosecha cuatro triunfos (Obras, Union Florida y Ferro) y sólo dos derrotas (ante Berazategui y Quimsa). Y respecto de cumplir tanto con el conjunto entrerriano como con las exigencias de la maternidad, la dirigida por Lali González comentó en el sitio oficial del club: “Es fundamental que la familia acompañe, al igual que el club. Yo tengo la suerte de que siempre hay alguien para que se quede con Madi. En el club siempre hay brazos para ella. Esos pilares son fundamentales para poder llevar las dos cosas de la mejor manera posible“.
Igualmente, por más que a veces se pueden planificar los horarios de lactancia, cuando el bebé necesitó, su madre estuvo ahí, dándole el pecho. Por ello, la jugadora se desentendió por un rato del partido para alimentar a su hija, y luego volvió sin problemas. Para culminar, en la entrevista en el sitio de Rocamora agregó: “Nosotras somos las que ponemos el cuerpo y nos lleva a una lógica inactividad que a los hombres no les sucede cuando son padres. Por eso creo indispensable el seguimiento y acompañamiento para las madres deportistas. Hay muchas cosas para pensar y ofrecer para que todo se haga mas fácil de llevar“.
FUENTE: OLÉ