La historia del abogado Fernando Cao empezó a destilarla en abril del año pasado en su casa de Pilar. Fue medalla de oro en un concurso de Inglaterra y ahora amplía su distribución.
Mientras para gran parte de la sociedad padeció económica y emocionalmente el comienzo de la cuarentena por el coronavirus en 2020, para muchos argentinos fue una “oportunidad”. Trabajar desde casa y dedicar tiempo a otras pasiones u oficios se volvió una posibilidad concreta. Así fue el caso de Fernando Cao (44), que pasó del traje y las oficinas de Tribunales a incursionar en el sótano de su casa con destilados y crear “Alma Gin”, una bebida que obtuvo medalla de oro sobresaliente en un prestigioso concurso de Londres y está revolucionando las redes.
Cómo nació
Fernando es de Pilar. Ejerce como abogado desde hace más de 20 años, pero siempre le faltó el condimento extra para despejarse de la cotidianeidad y la rutina: un hobby que le diera otro tipo de satisfacción. “Siempre fui amante de los destilados, todo lo que es gin y whisky. Cada vez que viajaba al exterior aprovechaba para traer bebidas importadas ya que era algo que disfrutaba, pero nunca se me cruzó que podía ser un pasatiempo“, expresa.
Sin embargo, una noche de abril 2020, cuando reinaba el confinamiento y el insomnio le impedía conciliar el sueño, aprovechó para explorar por redes distintas marcas nacionales del gin y descubrió que todos habían arrancado como un pasatiempo de sus creadores. “Ahí me pregunté ¿Y si empiezo a ir por este lado y creo mi propio gin?“, recuerda.
No imaginó que terminaría con un premio en el concurso International Wines & Spirits Competition (IWSC) de Londres. Es una competencia a nivel internacional donde cada año unos 250 expertos califican rigurosamente el producto que decenas de empresas y emprendedores del mundo envían. “Desde aquella noche que me di cuenta que esto iba a ser un hobby, no paré ni un segundo. Me anoté en charlas, me capacité, entré en grupos de destiladores y me equipé para comenzar con el proyecto“, recuerda Cao. Y agrega: “Con el tiempo libre que tenía y al cual yo podía dedicarme de lleno por aquel entonces, comencé a probar diferentes mezclas. Me levantaba e iba directo al sótano de mi casa y trataba de hacer tres o cuatro pruebas por día hasta que finalmente encontré el perfil que estaba buscando“.
Allí fue cuando se dio cuenta que había inventado un producto. El gin que había “nacido” en Pilar y vio la luz meses después en plena pandemia, ya no proyectaba únicamente en convencer al círculo íntimo de Fernando para ser una bebida más en las mesas con amigos, sino también atraer a un mercado local. “Empecé comprando unas botellitas porque ya confiaba en mi paladar. Hice cata a ciegas, donde probaba el producto de diferentes maneras para ver si realmente era lo que quería, fue todo un aprendizaje para mí“, señala el creador de Alma Gin.
Así fue como entre septiembre y octubre se puso en contacto con gente de diseño para idear la página en redes y convocar otro público. “Cuando llegó Alma Gin a las redes sociales nos empezaron a escribir de todos lados. Desde Mendoza hasta Mar del Plata, y ahí me di cuenta que lo que había empezado como un hobby me duró tres meses”, comenta Fernando.
El oro
Sin embargo, el giro trascendental que tuvo el producto fue la distinción “oro sobresaliente” en el torneo de bebidas de Londres. “Fue en enero que quise saber dónde estaba parada la marca y el producto y decidí inscribirme en esta competencia“, explica Cao.
Se convirtió entonces en el primer argentino en alcanzar esa categoría y obtener doble mérito por la muestra enviada. Obtuvo la medalla de oro sobresaliente en La International Wines & Spirits Competition en Londres, consagrándose así en el primer argentino en alcanzar esta categoría. Los resultados del concurso definen a Alma Gin como “una ginebra con textura suave como seda de paladar y una nota dulce persistente“.
“El 28 de junio recibí un mail donde me informaban que la calificación era 98/100 la cual me adjudicaba la medalla de oro sobresaliente. Entré en un estado de shock y me bloqueé porque no podía creer lo que estaba leyendo“, confiesa el pilarense. Y añade: “Le tenía fe al producto y aspiraba a una medalla de plata pero jamás me imaginé este reconocimiento. Igualmente si hubiera salido dentro de la categoría bronce, yo me iba a sentir Maradona del ’86 con la copa del mundo“.
De esta manera, Fernando reconoce que este premio, ubica a la bebida y a la marca en un status importante y corta muchos prejuicios. “Me escribieron de varios países para exportarlo y siento que tengo historias nuevas todos los días, de algo totalmente externo a mi profesión“, afirma. En diez días lanzarán una nueva edición ya que se habían anticipado ante la posibilidad de ganar una medalla en el torneo internacional. “Son botellas pintadas con logos serifados que rompen con lo tradicional de la marca. La idea es armar una caja con una botella y una copa“, explica Fernando.
En relación al aumento del consumo de la bebida en el ámbito juvenil Fernando comenta: “Yo creo que el gin tonic en sí ya desplazó al Fernet y es la segunda bebida que más se pide en bares, después de la cerveza. Hay una ceremonia con este destilado que genera atracción y la gente fue apropiándose del estilo“. Una esperanza que nació en Pilar y llegó a lo más alto con el oro en Londres…
FUENTE. CLARÍN