Compramos comida por encima de nuestras posibilidades reales de comérnosla. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) calcula que se tira anualmente a la basura casi ocho millones de toneladas de productos alimentarios, que van directos desde el punto de venta a la nevera y terminan por caducar sin que los consumamos, por lo que su siguiente destino es el cubo de la basura.
Para ahorrar el impacto ambiental y económico que estas cifras suponen existen iniciativas como Yo No Desperdicio, una aplicación y web creadas por la ONG Prosalus como una herramienta colaborativa entre usuarios que quieren compartir alimentos. Estos publican un aviso sobre algún producto que no podrá consumir y va a tirar, y aquellas personas conectadas a través de la aplicación que estén cerca pueden usar el chat para solicitarlo y poder aprovecharlo.
Además, esta app busca sensibilizar sobre el derecho a la alimentación y el despilfarro de comida, y presionar para que se tomen medidas para evitarlo. La descarga es totalmente gratuita y está disponible en Google Play y Apple Store.