El Holocausto inscribió para la humanidad el undécimo mandamiento: No olvidar.
Hoy, cuando conmemoramos 28 años del atentado terrorista contra la sede de la AMIA-DAIA, el edificio de la centralidad de la vida judía de Argentina, una vez más todos homenajeamos a nuestros muertos y los honramos, abrazamos a los sobrevivientes y acompañamos a los familiares. También repudiamos a los terroristas y el terrorismo. Señalamos a los encubridores y distractores. Cuestionamos a los mentirosos y engañadores.
Pasaron 28 años. Una eternidad en la vida de cada uno de nosotros, con ausencias irremplazables en los familiares y un gigantesco manto de impunidad que se tejió año a año volviendo a matar a los muertos cada día y humillando a toda la sociedad.
Pero estos 28 años no encontraron dormidos ni paralizados a los familiares y a la comunidad judía.
Al dolor y a la indiferencia se le respondió con la palabras y con acciones.
La respuesta junto a muchísimos hombres y mujeres de bien, que los hay y muchos, fue sostener firme el reclamo de justicia y el derecho a la vida en libertad. Así, la causa judicial demorada vergonzosa y escandalosamente sigue en pie. Observada rigurosamente aquí y en el mundo.
El edificio de la calle Pasteur reconstruido y con actividad plena y la vida judía desplegada sin pausa en todo el país son muestras de ello.
El atentado a la AMIA-DAIA fue una clara violación a la soberanía argentina y fue también el hecho antisemita más grande producido después del Holocausto. Su saldo: 85 víctimas fatales y más de trescientos heridos y un dolor inmenso e inconmensurable que no cesa, no se atenúa.
Pero debemos ser optimistas pese a todo. Estamos obligados a serlo, no por ingenuos o románticos empedernidos, sino porque el optimismo es la fuerza que nos impulsa hacia adelante en las adversidades.
Nos permite creer que un mundo mejor siempre es posible, que la justicia y la verdad imperaran, y porque asumimos así nuestra misión de dignificar la vida para nosotros y quienes nos han de continuar.
El pueblo judío a lo largo de su historia ha dado al mundo múltiples ejemplos de resiliencia. Honrando la memoria, recordando su historia, no dejando que el olvido borre nombres y ejemplos de vida. No aceptando la resignación.
Hoy en este nuevo aniversario. Una vez más hacemos honor al mandamiento.
En este lunes 18 de julio, lunes como aquel de 1994, la sociedad argentina vuelve a Pasteur y junto a su comunidad judía estará de pie para hacer saber al Gobierno y al mundo que aquí en nuestro país el terrorismo no triunfo ni lo logrará jamás.
Por Claudio Avruj
Director de Optimism