Luis Ferrero, un amante de los fierros

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POR ALEXANDRA BARRETO

El coleccionista de coches antiguos le confesó a Optimism cómo logró su gran pasión.

Para él revelar el número de sus autos es un misterio. Lo que sí cuenta es la manera de cómo el mundo automotriz se convirtió en su cable a tierra y, sin duda, es la piedra angular de motivación en su vida.

Se dedica desde hace más de 40 años a fabricar telas para tapicería de autos, recuerda su época de adolescencia cuando era estudiante y trabajaba en el campo cortando pasto con su padre y abuelos, en aeronáutica. “Cuando se abrió el aeropuerto Ministro Pistarini contratan a mi papá para cosechar el costado de las tres pistas, eran 200 metros de alfalfa y de pasto blanco para tapar los pisaderos”.

La vida lo fue llevando siempre a superarse, aprendió mecánica y se graduó de técnico industrial, también es tornero, matricero, y admite que siempre “ocupó el tiempo” y obtuvo como resultado, “cosas positivas”.

En un diálogo íntimo nos contó que se involucró en el automovilismo cuando solía ir a correr a Dolores o hacía circuitos cercanos. “Formé parte de la Escuela de Pilotos en el Autódromo de Buenos Aires, Escuela de Karting, y a raíz de eso, el dinero que juntamos pudimos crear el  Cartódromo de Ciudad Evita”.

La vida lo llenó de regalos, a los 18 años, su padre le obsequió un camión FORD-T. “Era un cachivache que estaba en un terreno, se ingenió para que al levantarme temprano, el auto estuviese en la puerta de la casa y luego lo reformé. Así empecé con autos antiguos y actualmente, éste se encuentra en el museo Juan Manuel Fangio.

El FORD-T fue diseñado por Henry Ford, nació el 1 de octubre de 1908 con un motor de cuatro cilindros y tan sólo 20 CV de potencia. Una velocidad máxima de 71km por hora y un peso de 1200 kilogramos.

Aclara que nunca gastó el dinero de su empresa en adquirir los coches de carrera. “Así me enseñaron mis padres y a los 40 años, compré el primer FORD ST modelo 22, es el que más uso, a pesar de que tengo coches de primera línea. A la mañana la gente me aplaude cuando me ven salir”.

Ferrero formó el Museo Itinerante FORD T Ferrero Trotti que promociona y realiza eventos, caravanas. Uno de los más importantes fue el que se efectuó en marzo del 2010, una exhibición del encuentro internacional de Ford T en la Av. de Mayo, circularon por los bosques de Palermo, organizado por la Dirección General de Relaciones Institucionales del Gobierno de la Ciudad.

“Hubo una muestra y paseo mítico de automóviles populares de principios del siglo XX. Unos 50 provenientes de distintos puntos de Argentina, países limítrofes”, recuerda.

Como un dato curioso, siete reliquias del coleccionista aparecieron en la novela Argentina, Tierra de Amor y Venganza, un éxito televisivo que se emitió Canal 13 en 2019 y fue producida por POL-KA.

“Uno de ellos fue el camión Chevrolet 28 que es historia de la familia porque lo usó mi abuelo en el Matadero Lisandro de la Torre para repartir el pasto a la hacienda. Fue el auto que en una escena de la novela, trasladó a las prostitutas y chocó contra un árbol, el camión no sufrió daños. La producción nos pedía diversos modelos y se los llevábamos, los usaban durante todo el día para grabar en los estudios y en una estancia de Pilar”.

Respecto a si estaría dispuesto a vender parte de su colección a algún interesado, responde tajantemente que no. “Mucha gente quiso comprar mis autos, pero jamás quise venderlos porque ellos son la adrenalina en mi vida y eso no tiene precio”.

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