POR SEBASTIÁN SAAVEDRA
A los 21 años, la mayoría de los jóvenes no sabe qué quiere para su vida. O cree saberlo, pero no lo ejecuta. Ella es Nicole Becker, tiene 21 años, es activista y referente argentina de “Jóvenes por el clima”, una asociación que lucha contra el cambio climático. Te invitamos a zambullirte en un montón de información, sobre todo lo que podemos y debemos mejorar para tener una mayor conciencia sobre el cuidado del planeta en el que vivimos.
-¿Cuándo nació tu interés por el medio ambiente?
En 2019 me crucé en Instagram con un video de Greta Thunberg, y muchos jóvenes de Europa llamando a la primera movilización internacional que estaban organizando para el 15 de marzo de ese año. Me llamó la atención que no existiese un movimiento similar en Argentina, y hablar de cambio climático era casi inexistente. No se hablaba en escuelas, en medios de comunicación, ni con amigos; pero eso era por falta de información. Aproveché que estaba de vacaciones, me puse a investigar, y mientras más leía, más me preocupaba. Lejos de utilizar eso como algo que solamente me de bronca o miedo, comencé una acción colectiva con amigos de la secundaria.
-¿Así nace “Jóvenes por el clima”?
Surge con ese grupo de amigos, y también conocidos, que nos empezó a preocupar el tema. Decidimos crear la expresión local de “Friday’s for future” en “Jóvenes por el clima”, poniendo así un nombre en español, y una perspectiva latinoaméricana, que es muy distinta a las características de los movimientos en Europa. Hay estrategias que acá no sirven, y también tenemos la ventaja de tener más incidencia parlamentaria con proyectos de ley. Hicimos un Instagram, y rápidamente alcanzamos más de 10.000 seguidores, organizamos la primera movilización, y fueron más de 5000 personas; ahí nos contactaron medios políticos y también de comunicación.
-¿De qué manera podemos ayudar las personas comunes a disminuir el daño?
Es fundamental que todos nos involucremos, y realmente hay millones de formas de hacerlo. Hay que cambiar las costumbres en tu ámbito de influencia (trabajo, facultad, colegio, familia, etc). Se puede ser más coherente con elegir que comer (aquellos que tienen posibilidad), poder separar los residuos, y entendiendo que los grandes cambios son sistémicos, también podemos contribuir usando menos plásticos, y encontrando la manera de reducir los daños con cosas que estén a nuestro alcance. Para informarse mejor, es vital seguir en las redes cuentas que hablen del tema.
-A nivel Estado, ¿cuál es el paso a seguir, y en qué están trabajando?
Primero hay que entender que tiene que ser coordinado con otros países, no es algo que dependa pura y exclusivamente de Argentina. El primer paso fundamental sería la transición energética dejando atrás los combustibles fósiles, que hoy en día representan el 70% de los gases del efecto invernadero, pasando así al uso de energías renovables, tanto eólicas, cOmo solares, que ya se implementan pero hay que potenciarlas más. Ese paso es fundamental, y también, en el durante, realizar medidas de adaptación para combatir las olas de calor, y los incendios, más que nada en los sectores más vulnerables.
-En lo personal, ¿tu sueño es seguir desarrollándote en el área? ¿Cuál es tu objetivo a largo plazo?
Me encantaría no tener que militarlo, porque indicaría que está todo solucionado. Es una obligación que me gusta, y me siento bien tratando de garantizar un futuro habitable, que es lo máximo que hoy podemos hacer. A partir de la militancia me surgieron otras cosas cOmo hacer radio, que también me gusta mucho, y estudio derecho para sumar información sobre derecho ambiental.
-¿Te molesta que se te compare con Greta Thunberg, o al contrario te parece que abrió un camino?
No me molesta, entiendo la estrategia, y cómo surge, pero es injusto con ella y todos los activistas que lo hacen: se elige generalmente un “referente” por país para compararlo. La adoro, la quiero mucho, es una gran referente, pero su historia, su personalidad, su país de origen, son totalmente diferentes a los míos. Tenemos la misma lucha, y los mismos valores, pero las comparaciones son injustas para ambas, y para los demás activistas.
-¿Querés dejarnos alguna reflexión?
Es importante entender que hablar de cambio climático o del tema ambiental, no es elitista, o del futuro. Está todo absolutamente entrelazado con la economía, la deuda externa, la pobreza. Quienes más se ven afectados son siempre los sectores más vulnerables cuAndo hay incendios, inundaciones. Hay que cambiar la presectiva: el cambio climático vulnera derechos humanos básicos, y si seguimos en esta situación cada vez va a ser peor.