Una joven de Claypole creó un videojuego que visibiliza la cultura de los pueblos originarios y tiene a una niña Qom como protagonista. Conocé su historia.
Daniela Fernández es una joven oriunda de Claypole y desarrolladora del videojuego que la llevó a ser finalista de un festival en Brasil. Se trata de un material lúdico en el que la protagonista es una niña de la comunidad Qom y donde se puede conocer parte de la cultura de los pueblos originarios.
“Laidaxai y el árbol negro” es el nombre de este juego en donde el personaje debe salvar a su comunidad de una extraña enfermedad y, para ello, realiza la prueba crepuscular del Árbol Negro, el cual trata de un relato muy conocido entre las comunidades. Pero, ¿cómo nace este proyecto?
Daniela contó que ella nunca había pensado en hacer un videojuego, pero la idea comenzó a rondar en su cabeza cuando estaba muy cerca de recibirse de la carrera de Diseño de Imagen y Sonido en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
En aquel entonces tenía que pensar con qué proyecto finalizaría sus estudios universitarios y, en principio, imaginaba hacer una tesis documental. Sin embargo, en una “charla de bondi” con una amiga se imaginó la posibilidad de crear un videojuego y no pasó mucho tiempo para que su sueño pase a transformarse en un objetivo próximo a cumplir.
“Ese día dije, ‘listo, voy a hacer un videojuego’ y fue ese el origen”, manifestó a este medio la joven de Claypole que, además, sostuvo que en aquel entonces quiso de explorar los conocimientos que aprendió en la carrera de Diseño Gráfico, la cual comenzó para cursar algunas materias que complementen sus intereses.
Pero del deseo al hecho, hay un largo camino por recorrer. Primero desarrolló un proyecto con el que finalizó sus estudios y le sirvió para ganar experiencia en el ámbito para, finalmente, comenzar a pensar en “Laidaxai y el árbol negro”, videojuego en el que empezó a trabajar una vez terminada la etapa universitaria.
“Cuando aparece una convocatoria creada en el 2020, me presento con esta idea y me dan una de las becas”, expresó Daniela refiriéndose a Crear 1, un concurso de desarrollo de videojuegos que se llevó a cabo en el primer año de la pandemia por el coronavirus a nivel nacional y ofrecía tres tipos de becas. La joven bonaerense fue una de las 20 elegidas. “Había tres becas, a mí me dieron la de $20.000 y con esa plata me compré un paquete de códigos de imágenes, animaciones y efectos que viene peseteado. Con eso empecé a producir, tenía dos meses para hacerlo”, contó la diseñadora de Claypole. Si bien tuvo que afrontar algunas complicaciones, “se dio que encajaban muchas cosas de la narrativa con las posibilidades que yo tenía a nivel desarrollo”, motivo por el cual fue un trabajo muy lindo de transitar.
¿Por qué desarrollar un videojuego sobre la comunidad Qom?
Pese a que Daniela siempre vivió en Claypole, municipio de la provincia de Buenos Aires, desde niña tiene una conexión especial con el Chaco porque muchas veces viajó a visitar a sus abuelos. Así es como se interesó por la cultura de la región y por los pueblos originarios. “Siempre estuve muy en contacto, mis abuelos siempre fueron de contarme historias”.
La joven manifestó que, más allá de la información que recolectó en la escuela sobre la cultura de esa región, “en los 90 mis abuelos vivían en frente de donde empezaba el territorio de los pueblos originarios, entonces tengo muchos recuerdos de escuchar historias de ceremonias o que mi abuela a veces cruzaba un pastizal y hablaba con la gente de ahí”.
De aquellos años es que Daniela conoce el relato del Árbol Negro, historia en la que profundizó a partir de leer en diversos libros. “Unos años después de investigar vuelvo a encontrarme con el relato y ya teniendo otra experiencia me doy cuenta que tenía algo que daba para un videojuego”, expresó.
“Toda la historia se desarrolla de una manera en la que podía contar con un personaje en términos del héroe y algunos otros por niveles”, agregó y contó que cuando apareció la convocatoria sintió que era “la oportunidad para cerrar esa idea que tenía dando vueltas desde hacía tanto tiempo”.
La cultura de la comunidad Qom como bandera
Pese a que el videojuego transcurre en un universo mágico donde los escenarios son creados a partir de la imaginación de Daniela, la joven se inspiró en algunas características de la región: “tomé cosas como la paleta de colores. Hay algo que a mí me gusta mucho de Chaco que son los atardeceres”.
“Todos los atardeceres son lindos, pero allá en el monte tienen unos colores hermosos. Ahí particularmente se genera una atmosfera con el ruido de los animales que me fascinó siempre y tiene unos colores muy violetas y muy rojos. Mismo algunas plantas y claveles del aire que crecen en todos los árboles y en un momento la protagonista va a tener la posibilidad de arrojar esos claveles que surjan plataforma arriba de diversas plantas”, sostuvo.
Pero lo que más le interesa mostrar a Daniela en este videojuego es que tiene la lengua Qom subtitulada, por lo que “Laidaxai y el árbol negro” se puede jugar en cualquiera de los dos lenguajes. “Ojalá más adelante pueda tener también la voz de Cinthia —una profesora Qom que la ayudó a conocer en mayor profundidad la cultura de los pueblos para reflejar en la historia— y otros miembros de la comunidad para que también esté la sonoridad y la presencia de esa lengua. Al momento solo tiene el texto”, dijo.
“Para hacer el personaje también tome rasgos que no son convencionales en videojuegos. Tener un personaje femenino con tez morocha y pelo oscuro, tenía más que ver con lo que yo me identifico”, manifestó la joven de Claypole y agregó que “la idea es si el proyecto empieza a crecer, esté mucho más presente cuestiones de la tradición y cultura Qom”.
Pero, ¿y el árbol negro que tiene que ver en este videojuego? Según Daniela, pese a que hay variaciones porque proviene de una cultura oral, es una historia propia de la comunidad Qom que siempre le interesó. “Era un árbol que inicialmente estaba disponible para todos y por el egoísmo de unos hombres quedó solo en el plano de los sueños. Solo los elegidos pueden acceder a él. A partir de ahí quise darle el protagonismo y ese poder a un personaje femenino”, sostuvo.
Para ella, era muy importante mostrar que “las mujeres también eran cazadoras, no solo los hombres. Entonces quise darle esa fuerza femenina al juego”. En ese sentido, el videojuego es principalmente destinado a niños, niñas y docentes, para que conozcan este tipo de historias a partir de lo lúdico, la cultura y el mensaje que da en su final.
Respecto al videojuego, el mismo cuenta con la ayuda de Matías Carou en música y sonido; Cinthia y Alcides Longo en traducción; e Ignacio Rud en el diseño de niveles. “Laidaxai y el árbol negro” se puede descargar de manera gratuita ingresando al sitio web.
De Claypole a un festival de Brasil
Daniela Fernández llegó a ser finalista del Festival comKids Interativo 2022, el cual se desarrolla en Brasil. Se trata de un evento que está orientado a contenidos educativos y principalmente para niños y niñas. “Llegué al festival a través de un posteo de LinkedIn donde vi la publicación y me anote. Después me avisaron que era finalista del festival”, expresó la diseñadora.
La instancia final será en agosto, precisamente entre el 10 de agosto y el 21 de septiembre de 2022, en Sao Pablo y el público será el encargado de seleccionar a los y las ganadoras de cada categoría. Generalmente en ese festival se presentan grandes productoras, por lo que el mérito de haber sido seleccionada con un trabajo que desarrolló ella misma tiene doble mérito.
“Mi objetivo es dar a conocer el proyecto, ver si hay alguien interesado en que siga creciendo para poder continuarlo”, manifestó Daniela y agregó que para su futuro, le gustaría ampliar el campo al la realidad virtual y otros formatos. “Mi interés personal como diseñadora: contar siempre cuestiones que tienen que ver con nuestro país y nuestra cultura”.