Se llama Hortense en la vida real, y Sissi para evitarle a los argentinos tener que pronunciar su difícil nombre. Hizo un intercambio de 11 meses en el país y aprendió a hablar imitando a mucho de sus amigos, con lunfardo incluido. Apenas volvió a Francia abrió la cuenta en la red social donde habla de sus salidas nocturnas, del amor y de los contrastes culturales que le divierten
Hortense Fergne es francesa. En 2018 hizo un intercambio de 11 meses en la Argentina y se sintió una más. Al volver a su ciudad, Lyon tanto extrañaba la cultura, y sus experiencias, que para mantener vivo ese recuerdo se abrió una cuenta de Tik Tok (@sissi_francesa) para seguir hablando su español argento y continuar en contacto con gente de nuestro país. Mira las estadísticas de su cuenta y de los 340 mil de sus seguidores, el 40 por ciento es argentino. Después le siguen mexicanos, colombianos, peruanos y por último españoles.
Resulta gracioso saber que en lugar de besar, que no se acuerda del verbo, diga chapar. Y que entre su vocabulario figure la palabra chamuyo. Usa lunfardo, sin saber qué es. “¿Qué es el lunfardo? Yo imité como hablaban mis amigos”. En uno de sus últimos videos de Tik Tok, donde se presenta como una “francesa súper loca”, cuenta una historia que vivió con unos amigos durante su estancia en Dublín, que parece narrada por una argentina. “Ella se chapó la mujer que mi amigo se estaba chamuyando. Y mi amigo está súper enojado contra ella”.
La francesa del Tik Tok está en Dublín por una pasantía. Estudia Comercio Internacional y su cámara la enciende cuando sale con sus amigos, que son de todas partes. De la historia que fue viral contó que fue protagonizada por su amiga italiana Beatrice (21), y por su amigo Matías (21), un argentino. Le llegaron todo tipo de comentarios, especialmente sobre una supuesta falta de códigos de su amiga. Pero Hortense lo aclara: son mis amigos, pero no se conocían entre ellos. Había ido al boliche Dicey’s y Matías había estado hablando un rato con una chica. “Pero después, fue a hablar con la misma chica mi amiga Beatrice (21) y veo que se la chapa. Todo esto delante de mis ojos. ¿Qué está haciendo? Me cagaba de risa por lo que acaban de ver mis ojos”. Y continúa el relato: “Matías no estaba para nada contento. Y se fue a hablar con otra chica”. Lo de las chicas, quedó en un chape, nada más. La historia terminó ahí, cuenta riéndose todavía. Fueron miles los me gusta.
El uso del lunfardo le demanda explicaciones de otros países de lengua española, que no tienen idea de lo que está diciendo. ¿Qué es chamuyando? Le pregunta un chico con un emoji con los ojos abiertos. Otros le preguntan si está en la Argentina. Otros, por el IG de la genia (Beatrice).
Los videos son muy divertidos. Hortense de la espontaneidad su sello. Dice lo primero que le sale, lo que piensa. Por eso se sintió tan a gusto durante su intercambio del Rotary en Tandil. Algunas personas, como un amigo que estuvo haciendo intercambio en la misma época, sintió la conducta de los argentinos como intrusiva. Pero ella estaba feliz de la vida. “Porque yo soy extrovertida, y hablo mucho, me encantó esa actitud. Sentí que los argentinos eran como yo. Que me escuchaban, que había encontrado mi lugar. Los franceses no me representan tanto, por eso, hablo mucho y no me siento cómoda en mi país”, explica.
Cuando volvió a Francia sintió la enorme diferencia, ese contraste cultural, después de casi un año en la Argentina. “Extrañé mucho ver sonreír a la gente, verlos felices”. Ella se considera una persona “solar”, como dicen en Francia, alegre y que siempre sonríe y dice “boludeces”, porque no piensa mucho antes de hablar, no tiene filtro.
“El intercambio del Rotary que hice es para los más chicos, a diferencia del Erasmus. Yo tenía 16 y cumplí los 17 en la Argentina. Era un intercambio entre familias. Pude elegir el país, pero no la ciudad. Y me encantó Tandil”, cuenta. Dice que ni siquiera tuvo que hacer un esfuerzo por adaptarse. No hablaba nada, no entendía, pero aún así la invitaban a salir a todas partes. Cosas que no ocurren en Francia, asegura. Fue a la Escuela La Sierra y cursó quinto año. Todo en lugar de Martina, que le tocó ir a Finlandia.
Su nombre Sissi, el nombre que se puso para Tik Tok, lo eligió en la Argentina porque nadie podía pronunciar bien Hortense en francés. “Les salía horrible”, dice mientras imita el sonido y suena como una jota aspirada, demasiado fuerte y tosca. Así que se puso el nombre de la princesa bávara, que fue emperatriz de Austria y reina consorte en Hungría, cuya historia le encanta y hasta visitó su castillo en Viena cuando era muy pequeña.
El amor y las salidas nocturnas son temas muy visitados en sus posteos. Hortense o Sissi saca sus conclusiones y además, aconseja o advertencias. Entre los contrastes que notó es que los franceses son más románticos que los argentinos. “Nos ponemos de novios más rápido que en la Argentina, no vamos a esperar a conocernos bien para hacerlo como ustedes”, asegura.
Por otro lado, advierte que también se declaran muy rápido el j’T’aime. Te amo para los franceses significa lo mismo que te quiero. “No hay diferencia entre te amo, como en español que es más fuerte y te quiero, por eso lo decimos fácilmente y tiene menos valor”, aclara.
Jamás pensó que su cuenta iba a crecer tanto y que fuera a tener tanto éxito. Su primer video dice que lo hizo en pijama y que estaba nerviosa. Lo había hecho con la intención de encontrar hispanohablantes en Lyon. Dos meses después, una mañana se despertó y encontró un millón de vistas. Cuenta que los videos que tiene anclados, no son los más exitosos, pero que son los que la definen.
A Hortense le encanta hablar sobre las diferencias culturales. Habla a una velocidad increíble su español argentino, y correctamente, porque jamás dejó de practicarlo. En Dublín ahora está con amigos argentinos, como Matías, por ejemplo, y habla siempre por teléfono con sus amigas. Está planificando un viaje a la Argentina para el año que viene, de dos meses. Así volverá a estar en su salsa, hablando hasta por los codos. Mientras tanto, toma mate, lo ama.