La vida a distancia de un campeón de esgrima

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POR ALEXANDRA BARRETO

Nicolás Marino es integrante de la selección argentina de esgrima en la especialidad de florete, vive en un pueblo de Italia llamado Frascati y hace un año cursa la licenciatura en marketing bajo la modalidad online de la Universidad de Palermo.

Antes de hacer esgrima, practicó desde los 6 hasta los 12 años un arte marcial que se llama Kung Fu y su parte moderna, competitiva, se llama Wushu. “Ahí conocí la esgrima, lo vi, me llamo la atención y durante un año practiqué los dos”, comenta. “Fui avanzando a nivel nacional, después panamericano, se fueron dando los pasos y hoy en día me encuentro acá para seguir superándome. Al principio te divertís porque es como jugar a ‘El Zorro’, después entran las presiones competitivas porque es un deporte muy técnico”, afirma.

La otra cara de Nicolás son sus estudios, los cuales realiza de manera virtual. “La vida académica me brinda la posibilidad de cursar las materias a distancia, sin restricciones locales a la hora de rendir los exámenes”, explica de la carrera de marketing que cursa en la Universidad de Palermo.

Para él no fue una novedad poder aplicarse de forma remota, ya que toda la escuela secundaria la estudió por internet, por lo que cursar la universidad mediante esta modalidad fue continuar bajo el mismo proceso.

El campeón nacional es oriundo de Lomas de Zamora y partidario de la importancia de nutrirse de conocimientos: “Siempre está bueno estudiar porque te da una suerte de libertad,  permite tener un análisis propio de las cosas”.

Al vivir en un pequeño pueblo a 20 kilómetros del sudeste de Roma con poco más de 20.000 habitantes, el impacto de la pandemia fue menor, aunque le imposibilitó mantener el ritmo deportivo: “Antes entrenaba de lunes a sábados, la gran mayoría de los días doble turno. Hago la parte de esgrima por la mañana y la preparación física por la tarde. Con la cuarentena intento mantener la cantidad de días pero el doble turno cuesta un poco más. El mayor cambio es que no es tan intenso como antes, si bien la duración es más o menos la misma. En lo personal prefiero que sea más calidad y no tanto cantidad, pero hay que adaptarse al momento”.

Sus estudios lo tienen muy motivado. “La calidad que ofrece la Universidad de Palermo es de primerísimo nivel: la plataforma virtual es excelente, el material de estudio se consigue de manera fácil y rápida, la distribución de tareas y compromisos semanales están muy bien organizados; también la gran flexibilidad de horarios que dispone hacia sus alumnos. Están buenos los contenidos y tener la biblioteca virtual a mano. Hasta ahora, considero que es una magnifica universidad y estoy contento de continuar junto a ellos en mi carrera deportiva”.

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