Como tantos otros, Luis mostró su faceta más solidaria durante la pandemia por el coronavirus y brindó su granito de arena para ayudar a quienes transiten momentos duros a causa de la enfermedad. Él tiene 55 años, es profesor de yoga y decidió prestar sus servicios de forma gratuita y brindar clases para los grupos de riesgo.
A través de esta acción, Luis busca mejorar la calidad de vida de quienes lo practican mediante una técnica milenaria y espiritual que conecta el cuerpo, la respiración y la mente a través de diferentes posturas físicas. Inclusive, son muchos los profesionales de la salud que aseguran que tomar clases de yoga en el contexto actual es una forma de calmar los altos niveles de estrés provocados por el temor, el aislamiento social y demás.
Luis comenzó a interesarte por el yoga a los 35 años, cuando fue diagnosticado con diabétes. Aquella noticia fue algo que le costó aceptar y, desde ese momento, buscó refugiarse en Nancy, su esposa, y en el yoga. Luis reveló el complicado proceso por el que pasó para entender que debía convivir con aquella enfermedad toda su vida. Fue le yoga lo que le permitió buscar un equilibrio espiritual y dejar atrás todo lo negativo para dar paso a un mayor bienestar.
CENTRO DE ENSEÑANZA NARAYANI
Durante las clases se realizan diferentes ejercicios de estimulación que favorecen la mejora en el funcionamiento del páncreas, el corazón, las arterias, además de reformar el sistema circulatorio. La buena noticia es que cualquiera puede practicarlo, ya que no se necesita experiencia previa, solo muchas ganas de conectar con el propio cuerpo. Lo cierto es que existen algunas posturas que requieren contar con cierta práctica, pero en el comienzo se enseña sobre todo lo básico para después ir mejorando. Luis comenta que hasta sentado en una silla se puede hacer yoga, solo se necesitan ganas de animarse y buscar sentirse y estar mejor.
Aquellos que se encuentren interesados en formar parte de las clases de Luis, deben acercarse al Centro de Enseñanza Narayani, el cual se encuentra entre las calles General Paz y Sarmiento, en Santa Lucia. Por el momento solo se recibe un cupo de 12 personas y las clases se dictarán solo los días viernes. Para asistir se deben respetar y cumplir los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias como el uso obligatorio del cubrebocas, distanciamiento, llevar sus propias botellas de agua y alcohol en gel.
