POR SEBASTIÁN SAAVEDRA
Guadalupe Álvarez es una de las socias fundadoras de la Asociación Civil sin fines de lucro “Colectivo Mendoza por la Verdad”. Como abogada acompaña a quienes se acercan buscando ayuda, asistencia, contención y asesoramiento para la búsqueda de su identidad.
– ¿Cuál es el rol que cumple la ONG?
Nuestro colectivo acompaña a todas aquellas personas que necesitan conocer sus orígenes, sus raíces, sus ancestros y todo lo que hace a la historicidad de sus familias de origen. También a mujeres, madres y familias que buscan saber la verdad sobre sus hijos e hijas que les sustrajeron al momento del parto y nacimiento. Creemos fundamental este espacio de contención y escucha, porque es lo que nos enseña y marca el camino que tenemos que seguir para la elaboración de políticas públicas que den respuestas concretas y eficaces a las vulneraciones que estas personas han sufrido y que continúan padeciendo. “Colectivo Mendoza por la Verdad” es una gran familia donde quienes se acercan encuentran personas que están atravesadas por el mismo dolor. Institucionalmente somos el nexo entre la sociedad civil y el Estado, llevamos adelante tareas de difusión, concientización y articulación en escuelas, universidades, barrios, y en todo espacio donde se nos abren las puertas para exponer nuestra problemática. Para ello, articulamos con otras ONGs de Argentina y el mundo, referentas, profesionales de la salud, organismos del Estado Municipal, Provincial y Nacional.
– ¿Cuánto hace que trabaja la asociación?
El próximo 3 de agosto vamos a cumplir 8 años de trabajo sostenido e ininterrumpido en pos de que sean garantizados el derecho a conocer los orígenes, el derecho a la verdad y el derecho a vivir una vida digna libre de violencias.
– ¿Cuáles son las problemáticas que deben enfrentar ?
La mayor resistencia que encontramos es la violencia institucional y la naturalización de una gran parte de la sociedad sobre la compra y venta de personas recién nacidas. En cuanto a lo estatal, tuvimos un reconocimiento histórico por parte del Gobierno Nacional durante la gestión del Secretario de Derechos Humanos de la Nación Claudio Avruj, quien durante su gestión formó lo que se denominó “RETIB”, la Red de Trabajo sobre Identidad Biológica. Formamos parte de ese espacio junto a otras ONGs, articulábamos con la Defensoria del Pueblo de la Nación y el Observatorio de Derechos Humanos del Senado de la Nación que en ese momento estaba a cargo de Norma Morandini. Fue un espacio de construcción donde podíamos sentarnos a debatir e intercambiar ideas para que nuestra problemática pudiera ser visibilizada y sobre todo identificada como una práctica que se ha desarrollado históricamente en nuestro país y el mundo, más allá de las apropiaciones de bebés que se cometieron durante la última dictadura cívico militar. Lamentablemente ese trabajo articulado entre comunidad y Estado fue interrumpido cuando la gestión cambió, y al día de hoy a nivel nacional no contamos con un espacio donde poder sentarnos a expresar lo que hijos, hijas, madres y familias necesitan para recuperar sus orígenes y su verdad. Sin embargo somos optimistas; en Mendoza tenemos el gran orgullo de haber logrado la sanción y reglamentación de la primera ley en Argentina que crea el “Programa Provincial de Búsqueda Familiar, de Identidad Biológica, de Origen y Socioafectivo”. Nuestro mayor anhelo es lograr que a nivel nacional se cree un programa de esta envergadura para garantizarle a todas las argentinas y argentinos su derecho a conocer sus verdaderos orígenes.
– ¿Qué universo calculan de gente que necesitan saber su identidad y no tiene que ver con la dictadura?
A raíz de un informe de Human Watch Report que se realizó en 2009 cuando se produjo la modificación de la ley que creó el Banco Nacional de Datos Genéticos y con la cual se produjo una flagrante discriminación y retroceso en materia de derechos humanos en Argentina, se calculó que alrededor de 3.000.000 de personas eran las que desconocían sus orígenes, un dato que refleja la urgente necesidad de un colectivo de personas que necesitan de herramientas y respuestas para conocer sus ancestros, sus datos genéticos, sus familias biológicas y todo lo que hace a la historia familiar que tiene todo ser humano.
-¿Cuáles son los mayores logros que han conseguido, y qué desafíos tienen por delante?
Cada vez que un hijo o hija encuentra su familia de origen sentimos que estamos cumpliendo con la meta que nos marcamos como comunidad. Sabemos lo que buscamos y ese es el camino que nos marca el día a día en Colectivo Mendoza por la Verdad. Sentimos como un verdadero logro la implementación de la ley 9182 en Mendoza, la articulación con el Registro Provincial de Huellas Genéticas Digitalizadas y con el Registro Provincial de Adopción. También haber ganado dos veces la beca de derechos humanos Mauricio López junto al laboratorio de genética de la UNCuyo y a su vez la sanción de ordenanzas a nivel municipal en nuestra provincia. A nivel personal, gracias al trabajo profesional que desarrollo fui nominada por el procurador de las personas privadas de la libertad de Mendoza para integrar el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura (CNPT), sin lugar a dudas un gran reconocimiento a la labor que realizamos junto a la comunidad. Como desafíos nos proponemos lograr más cantidad de reencuentros; lograr la sanción de la ley nacional que garantice un espacio para ayudar a buscadores y buscadoras; que se incorpore y tipifique en el Codigo Penal la compra de personas recién nacidas, niños y niñas, de manera tal, que el acto de entregar y recibir un niño o niña a cambio de una retribución o cualquier otra compensación, cualquiera que sea su forma o fin, constituya una infracción penal. Por supuesto, en este sentido, que el Banco Nacional de Datos Genéticos recupere su carácter de universal y que garantice que toda persona independientemente de las fechas de sus nacimientos o de las formas en las cuales se hayan producido sus partos puedan encontrar un Banco de Datos Genéticos público y gratuito donde dejar sus muestras para posibles cotejos. Y finalmente, que nuestra problemática tenga reconocimiento ante los organismos internacionales de derechos humanos.
– ¿Tu historia personal está conectada con todo esto?
Soy marplatense de nacimiento y mendocina por adopción. Me crié en la verdad y mi familia siempre me acompañó en la búsqueda de mis orígenes. Hace casi 8 años pude reencontrarme con la mujer que me dio la vida, y tuve la oportunidad de agradecerle por haber sido tan valiente, hacer las cosas bien buscando ayuda ante la justicia para darme la posibilidad de vivir y de tener una familia. Soy una convencida de que hemos construido la mejor familia que pueda tener: llena de amor, respeto, vínculos sanos, verdad y sobre todo contención. Sé lo que siente toda persona que encuentra “su verdad”, y por ello es que acompaño a otras cuando toman este mismo camino. También con el paso de los años digo que somos hijas e hijos de las violencias, sin embargo eso no determina nuestro destino; está en nosotros saber transformar ese dolor en algo productivo y útil para nosotros mismos y para la comunidad.
