El ciclismo comienza a ser una opción para ayudar a que las personas que viven con TEA (Trastorno del Espectro Autista) transiten una cotidianeidad más amena.
La historia de Benjamín Machado fue la impulsora de que el ciclismo se convirtiera en una vía para mejorar la calidad de vida de las personas con TEA. Se trata de un chico de San Francisco, Córdoba, que consiguió su bicicleta tándem (doble) a mitad del 2020, lo cual generó una inmensa mejora en su vida. Su padre Rubén viralizó su historia, y así, comenzó a darse una cadena solidaria entre ciclistas y personas con TEA.
Las bicicleteadas de Benjamín junto a su padre llegaron al ciclista Roberto Ortiz, quien decidió fabricar otra bicicleta tándem con sus propias manos, para que transformara la vida de alguien más, tanto como se la transformó a Benjamín. Entre Ortiz y los Machado, encontraron el destinatario de esa bicicleta.
Edgar Castañarez, un joven de 22 años con TEA, fue quien la recibió, y fue una gran ayuda para rehabilitarse y mejorar su desplazamiento. Edgar es un amante de los caballos y las bicicletas, según contaron sus familiares y amigos. “A él le encanta andar en bicicleta, pero por su discapacidad es imposible”, contó su abuela Nancy Rufino.
“A los pocos días, la encuentro a Mariela, su esposo Rubén y a Benjamín bicicleteando por el pueblo. Al principio solo los saludé, pero algo me decía que le contara a esa mamá mi locura. Así que tomé valor y me animé hacerlo por mi nieto”, comentó Nancy. Habló con la mamá de Benjamín, quien le comentó la propuesta solidaria de Roberto Ortiz. “Nos dijo que tenía una bici tándem para regalar y cuando le contamos esta historia dijo sí inmediatamente”, comentó la abuela de Edgar.
“Cuando vi que Rubén andaba en una igual con su hijo, pensé que era tiempo de donarla y que la tenga alguien que la necesite. Le dije a mi señora que quería contactar a Rubén para darle la bici. Sabía que él podía dársela a alguien”, explicó Roberto. “Lo único que les pedí es que la cuiden y que la tenga alguien que realmente la necesitara. Edgar es el mejor dueño que puede tener la bici”, concluyó.