El reino vegetal está lleno de maravillosas sorpresas. Entre ellas, una de las más llamativas es la flor de cristal, o flor esqueleto.
¿Existe alguna flor transparente?
Si alguna vez te preguntaste acerca de la existencia de una flor transparente, la respuesta es que sí existen, y la mencionada Flor Esqueleto (cuyo nombre científico es Diphylleia grayi) es la poseedora del extraño privilegio de ser la única flor del mundo que puede volverse transparente.
¿Dónde vive la flor transparente?
Es una planta muy resistente, idónea para cultivar en climas fríos y templados, que resiste bien las heladas, y que requiere de temperaturas que oscilen entre -7ºC de mínima y sobre los 30ºC de máxima.
¿Cómo es la planta de flor de cristal?
Como datos descriptivos de esta planta mediana destaca que su altura es de 30 a 70 cm.
La Diphylleia grayi se caracteriza por sus grandes hojas en forma de sombrillas coronadas por cúmulos de apenas dos cm de diámetro de estas níveas flores. El fruto de la planta es una baya de color azul de un cm de diámetro.
Si el día ha sido soleado la encontrarás blanca y radiante. Pero si ha llovido ese día…
¿Porqué se vuelve transparente la flor de cristal o esqueleto?
La Diphylleia grayi es una planta sorprendente debido a que cuando llueve y se moja sus pétalos pasan de ser de un color blanco opaco a ser casi transparentes. La razón de su cambio se debe a la estructura celular que tiene la flor esqueleto. Durante esta curiosa metamorfosis, las venas de la flor quedan expuestas y las gotas de agua se adhieren a la estructura venosa para crear una retícula etérea y húmeda que casi parece el esqueleto de una flor en lugar de un espécimen exuberante y vivo, de ahí el nombre de Flor esqueleto o flor de cristal con el que se la conoce.
¿Se puede cultivar la flor de esqueleto en el jardín?
Sí, es posible su cultivo. Para eso tengamos presentes algunos consejos:
- La mejor ubicación en el jardín para esta planta es la semisombra.
- Lo mejor son los suelos frescos y húmedos, con buen drenaje y ligeramente ácidos, ricos en materia orgánica, resguardadas de fuertes vientos.
- Requiere de riegos frecuentes, sobre todo en verano, procurando mantener sin encharcamientos una humedad constante del suelo.
- Aconsejamos abonar el suelo sobre todo en primavera y verano con abonos para plantas acidófilas.