Carlos y Facundo ensayaron distintas fórmulas, y después de varios intentos lograron una receta que es un éxito Palermo Soho.
La masa madre fue furor en el país durante los días de aislamiento que debieron atravesar los argentinos durante la pandemia de COVID-19. Sin embargo, varios años antes, en 2016, Facundo y Carlos, dos porteños apasionados por las pizzas, ya experimentaban las distintas texturas y sabores que se podían obtener a partir de los procesos naturales de fermentación.
La idea fue simple y clara desde el primer momento en el que escucharon hablar de “masa madre”, hacer pizzas y empanadas más nutritivas y con un gusto único. Facundo Elvadin, abogado de profesión, quiso hacer un giro en su vida y apostó junto a Carlos Fernández, su tío, al mundo de la gastronomía.
Hoy, son los dueños de Santo Bar de Pizzas, un local que se dedica a la producción de pizzas, empanadas y tartas de masa madre. Y, también, el que eligen los turistas que pasean por Palermo Soho. Es que uno de cada tres clientes es extranjero, principalmente de Brasil, y eso es algo que los enorgullece: “El barrio nos permite eso y cada vez que leemos las críticas de nuestro lugar, por ejemplo, de gente que hace tours gastronómicos y nos elige, nos pone muy contentos”.
Pero, llegar hasta acá no les fue nada fácil. Para crear las pizzas de masa madre iniciaron en 2016 un proceso de investigación y experimentación de más de un año. En ese sentido, Carlos, explicó: “Cuando escuchamos hablar sobre esta técnica nos pusimos a estudiar y la verdad nos encontramos con una forma natural de fermentar las masas que además mejora el sabor y la textura”. Además, detalló que el fermento se logra a través de una colonia de bacterias y de esta manera no es necesario usar levadura industrial, que “puede provocar un desbalance en el intestino”.
Después de muchas pruebas y la experiencia de haber recorrido las pizzerías históricas de la Ciudad de Buenos Aires, como Burgio, La Mezzetta y El Fortín, a su masa la mezclaron con múltiples ingredientes hasta tener más de 20 variedades. Aunque, sin dudas, ellos apuestan a su favorita: “Es muy difícil elegir una, porque nos gustan todas, pero recomendamos para una primera vez la grande de muzzarela o la fugazzeta rellena”.
Tras el éxito de las pizzas de masa madre, decidieron ir por más e iniciaron su camino por las empanadas. Esta vez, se centraron en cocciones largas, de al menos 8 horas, para la carne de bondiola y también incorporar el osobuco o la técnica. “Son platos que amamos y por eso nos animamos a hacer algo que nos gusta”, dicen sobre lo que sirven en un local repleto de grafitis, vinilos y dónde suena del mediodía hasta el cierre el rock&roll.
“La decisión de abrir en Palermo fue porque es nuestro barrio. Vivimos a pocas cuadras de Santo, conocemos el barrio, lo amamos y buscamos aportarle valor con lo que hacemos”, dijeron.
“Además de Santo, manejamos una franquicia de café, y estamos próximos a abrir una cafetería y restaurante orientado a la pastelería clásica argentina. Se llama Merienda y se encuentra en el barrio, a cuatro cuadras de Santo”, concluyeron.
FUENTE TN