La Fundación Por la Inclusión Plena lanzó el año pasado una campaña para colocar estas gráficas en las vidrieras de los locales. También llevaron la propuesta para las escuelas. Mirá en qué consiste.
Durante el 2021 la Fundación por la Inclusión Plena que lidera Romina Zejdlik lanzó una campaña para colocar pictogramas en las vidrieras de los comercios de su localidad, Alta Gracia.
Los pictogramas son apoyos visuales que favorecen a las personas con autismo y otras discapacidades porque una imagen es más comprensible que las palabras escritas. Son diseños universales que indican qué lugar es una farmacia, un kiosco, una tienda de ropa, un lugar de comidas. Según explicó Romina, los gráficos tienen la patente de ARASAAC, una organización española de autismo.
A través de estos pictogramas las ciudades se vuelven más accesibles. Esta iniciativa que comenzó en Alta Gracia sumó a lo largo del 2021 un total de 13 localidades de todo el país y la idea es que se siga expandiendo para poner pictogramas en la mayor cantidad de espacios posibles. En septiembre del año pasado la Fundación también llevó esta propuesta a las escuelas. Así hicieron una prueba piloto en una institución y colocaron pictogramas en las aulas, baños, cocinas, bibliotecas, laboratorio.
“Fue una experiencia hermosa e hicimos una capacitación y lo presentamos en el Ministerio de Educación para que lo aprueben a nivel provincial y coloquen pictogramas en todas las escuelas“, valoró.
Romina Zejdlik es madre de Lázaro un niño de 13 años que fue diagnosticado a los 2 años y ocho meses con TGD (Trastorno Generalizado del Desarrollo) y más tarde con TEA (Trastorno del Espectro Autista). Durante la pandemia Romina descubrió que ella tiene el mismo diagnóstico.
