Dos venezolanos cumplieron el sueño de ser papás gracias a su tía que gestó al bebé

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Kevin y Angelo llegaron al país hace cinco años para mejorar su calidad de vida, pero lograron algo mayor: casarse y tener un hijo, algo impensado en su país. Ahora alientan a que otras personas puedan lograrlo. “Fuimos muy afortunados”, expresaron.

En noviembre se cumplen cinco años de que Kevin Fernández (29) Angelo Vivas (27) llegaron a la Argentina. Son de Venezuela y eligieron migrar para mejorar su calidad de vida, incentivados por varios amigos y familiares que ya estaban instalados acá. Aunque el proyecto inicial era poner una peluquería como la que tenían en Caracas, lograron montar su negocio, se casaron y tuvieron un bebé mediante subrogación de vientre, algo impensado en su país natal.

“Antes de venir, mi tía ya tenía un año viviendo acá y nos mandaba mensajes. Cuando hacíamos la comparación de la situación era mucha la diferenciay nos animamos. Nadie quiere salir de su país, pero acá hay otra cultura -más abierta- y los derechos se respetan”, expresó Angelo.

La pareja caraqueña aterrizó y se quedó dos meses parando en lo de su familiar en Parque Patricios hasta que pudieron alquilar y empezar a hacerse su camino desde cero. Después de un año, lanzaron su propio local: “Llegar es complicado porque es arrancar de a poco, pero fue más rápido de lo que teníamos en mente. Además, la recomendación y el boca en boca de nuestro trabajo hizo que se fuera posicionando la peluquería y sumamos muchos clientes”.

Una vez que ya estaba todo viento en popa, la idea de ser padres comenzó a aflorar y se pusieron a investigar de qué manera podrían concretarlo. En ese sentido, la primera opción que se les vino a la mente fue la adopción y, para empezar a construir su familia soñada, decidieron casarse. Para ellos, unirse en matrimonio les daría un sello un poco más formal a los 11 años de relación.

La pareja venezolana que apostó a la Argentina y logró cumplir sus sueños. (Foto: Instagram/Elovivas)
La pareja venezolana que apostó a la Argentina y logró cumplir sus sueños. (Foto: Instagram/Elovivas)

Al respecto, Vivas señaló: “Es un proceso que te puede afectar porque no todos tenemos la paciencia para los tiempos de la adopción. Ahí fue cuando pensamos en que somos jóvenes, sanos y que podíamos buscar la manera biológica de hacerlo”. A partir de ahí, indagaron y descubrieron que una alternativa posible era la gestación subrogada.

“Hay pocos referentes que hablen del tema. Sabíamos de la gente que viajaba a otros países para hacerlo, como Marley o Flavio Mendoza, pero para nosotros era imposible. No teníamos ni el dinero ni el acceso de permanecer afuera durante todo el proceso, lo que nos desmotivó bastante”, sostuvo.

Como obra del destino, su trabajo de estilista le permitió conocer a Florencia Daud, abogada especialista en reproducción asistida, que le detalló cómo es el panorama en el país: “Ella nos explicó que no hay una ley, sino que existe un amparo con una serie de requisitos para llevarlo a cabo, que no sabíamos que existía”.

“No sabía que se podía hacer acá ese método, pero en cuanto me enteré le dije que a Angelo que lo intentemos. No nos íbamos a ir a Estados Unidos o a Ucrania si podíamos hacerlo acá”, planteó Kevin y dijo que hay muchas parejas que llegan desde Brasil, Italia y Francia al país para hacer el tratamiento.

Su tía, la gestante: cómo fue el proceso para subrogar el vientre

La decisión estaba tomada: iban a probar a través de subrogación de vientre, solo quedaba definir quién iba a ser la gestante, ya que la donante de óvulos sería una joven clienta que se había ofrecido tiempo atrás.

Durante la etapa de selección, dos chicas se negaron a prestar su vientre y pensaron en desistir hasta que una noche Angelo le propuso a Kevin que sea su tía Genisis quien alojara al bebé.

Genisis, la gestante, junto a Angelo y a Kevin. (Foto: Gentileza Angelo Vivas)
Genisis, la gestante, junto a Angelo y a Kevin. (Foto: Gentileza Angelo Vivas)

En primera instancia, a Kevin le pareció una locura. Pero después ambos creyeron que sería la persona indicada. “No perdemos nada con preguntar”, dijo Vivas y la llamó, casi sin controlar la ansiedad: “Le iba a decir que viniera a almorzar al día siguiente, pero no podía esperar. Le pregunté si se acordaba de la chica que habíamos atendido en el local, que ella nos iba a donar los óvulos y a ella le pareció emocionante”.

“El tema es quién lo va a llevar”, soltó y se escuchó silencio del otro lado del teléfono. “Estábamos pensando si lo podías llevar tu”, dijo Vivas y su tía se quedó en shock. Tras unos minutos de procesar la información, la mujer de 33 años contestó: “Sí. Díganme qué es lo que tengo que hacer y voy encantada”. Esa respuesta dio luz verde al gran sueño de la pareja.

Llegó la etapa de las consultas y exámenes para determinar que las personas involucradas en el proceso estuvieran todas aptas. Cuando recibieron la aprobación, les confirmaron que en agosto del 2022 iban a poder hacer finalmente el tratamiento.

En relación con el donante de esperma, ambos se hicieron los estudios correspondientes porque querían vivir juntos el proceso. Decidieron dividir la cantidad de óvulos y fecundar la mitad con el semen de Kevin y la otra, con el de Angelo. “Al día de hoy no sabemos de quién prendió y no nos interesa. Nos dejamos llevar por la calidad del embrión”, aseguraron.

Afortunadamente, el primero que se implantó dio positivo y la aventura empezó a avanzar a pasos agigantados.

Embarazo grupal: el rol de cada uno

Los jóvenes plantearon desde el principio cuál sería el rol de cada uno: la pareja se convirtió en un grupo que se apoyaba para fortalecer el vínculo y transitar el embarazo de la mejor manera.

Los jóvenes impulsan a que otras parejas puedan realizar el tratamiento. (Foto: Gentileza Angelo Vivas)
Los jóvenes impulsan a que otras parejas puedan realizar el tratamiento. (Foto: Gentileza Angelo Vivas)

“Ella nos entregó su panza y nosotros nos hicimos cargo de las ecografías, de sacar turnos. Fuimos como el esposo de ella durante nueve meses”, detalló Fernández y su pareja completó: “Estábamos pendientes porque esa persona estaba poniendo el cuerpo, queríamos que se sintiera cómoda con lo que estaba haciendo y lo disfrutó mucho”.

Genisis, una heroína en esta historia, es mamá de dos hijos y se prestó a hacerlo porque sabía el deseo detrás de todo. “Lo hizo por amor, quería que fuéramos padres”, agregó.

Exposición en redes sociales: el álbum de Stéfano desde que fue concebido

Finalmente, Stéfano Gabriel nació el 23 de mayo y se convirtió en una estrella de las redes sociales, en la que sus padres postean desde la primera ecografía hasta su pose mientras duerme una siesta.

“Le creamos la cuenta porque hoy en día Instagram es como un álbum de fotos con los momentos más lindos y significativos. En su momento verá su historia y cada proceso desde que nos enteramos de que iba a llegar”, explicaron.

Angelo y Kevin en el momento del nacimiento de Stéfano. (Foto: Gentileza Angela Vivas)
Angelo y Kevin en el momento del nacimiento de Stéfano. (Foto: Gentileza Angela Vivas)

Ante los grandes niveles de exposición y la posibilidad de que el nene algún día reclame por las publicaciones, indicaron: “Cuando sea el momento, veremos la forma de borrarlo, aunque sabemos que es difícil revertirlo”.

De todas formas, su objetivo también es poder mostrarle a otras personas que pueden soñar en grande: “Buscamos alentar a más parejas a hacerlo. A la gente le surgen inquietudes y nosotros somos un libro abierto. También hay que decir que está ese prejuicio de cómo hacen dos hombres para vivir con un bebé, siempre te van a señalar por eso. Incluso ambos venimos de familias compuestas por mamá y papá, entonces también había que combatir ese tabú”.

“Fuimos muy afortunados porque ‘materializamos’ algo que visualizamos hace muchos años. En Venezuela estaríamos pensando en otra cosa y la Argentina nos permitió vivir este sueño”, cerraron.

FUENTE TN

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